ML. 18. CONVERSACIONES CON RUPA

EL GRAN MAESTRO SRI CAITANYA LE INSTRUYÓ:

Cuando Rupa inquirió acerca de los diferentes aspectos del amor y la devoción, el Gran Maestro Sri Caitanya le instruyó: “Escucha Rupa, te hablaré brevemente acerca de las características del Bhakti-rasa, la devoción amorosa al Señor Supremo, ya que sería demasiado extenso dar una descripción detallada. La exquisita dulzura del amor y la devoción al Señor, es sumamente profunda e ilimitada. El número de entidades vivientes que existen en este universo, es infinito. Ellas vagan por los tres mundos, los sistemas planetarios superiores intermedios e inferiores, y nacen en ocho millones cuatrocientas mil especies diferentes de vida. La naturaleza individual específica de estas almas o entidades vivientes es la de ser infinitesimales en tamaño, como la centésima parte de una centésima parte de la punta de una hebra de cabello. Las entidades vivientes se agrupan en dos categorías: animadas e inanimadas. A su vez, éstas se dividen en aquellas que viven en la tierra, las que viven en el agua, y las que viven en el aire”.

EL GRAN MAESTRO SRI CAITANYA CONTINUÓ:

El Gran Maestro Sri Caitanya continuó: “Los hombres forman una parte insignificante de la totalidad de entidades vivientes que viven en la tierra. Entre aquellos que practican la religión de los Vedas, más de la mitad no prestan la debida importancia a sus prácticas religiosas. La mayoría de las personas que actúan de conformidad con la religión de los Vedas, son adictas a los frutos de sus acciones. Entre un millón de trabajadores usufructuarios, Karmis, es difícil encontrar uno que busque conocimiento. Entre millones de aquellos que buscan conocimiento trascendental, quizás uno llegue a ser un alma verdaderamente liberada. Pero encontrar un verdadero devoto de Krsna entre tales almas liberadas, es extraordinario. El devoto de Krsna está libre de todo interés personal, de deseos egoístas y de anhelos mundanos.

EL DEVOTO ES LA PERSONIFICACIÓN DE LA APACIBILIDAD Y LA ECUANIMIDAD

El devoto es la personificación de la apacibilidad y la ecuanimidad. Por el contrario, quienes continuamente anhelan conocimiento, poder y salvación, viven llenos de agitación, intranquilidad y descontento. Es sumamente extraordinario, y sólo un alma excepcionalmente
afortunada, durante su interminable deambular por diferentes cuerpos en este universo, puede obtener la semilla de la enredadera del amor y la devoción, por la gracia o el favor especial del maestro espiritual y de Krsna. Cuando recibe la semilla del amor, deberá cultivarla en su corazón como lo haría un experto jardinero, regándola cuidadosamente mediante la audición y el canto de los santos nombres y las glorias de Sri Krsna en Goloka. Entonces la enredadera de la devoción germinará de inmediato y crecerá muy rápidamente”.

LA ENREDADERA DE LA DEVOCIÓN

El Gran Maestro Sri Caitanya continuó explicando: “Esta enredadera de la devoción traspasará las diferentes coberturas de este mundo material y cruzará el río Viraja, el cual separa el plano espiritual de los planos materiales. Luego se infiltrará en la deslumbrante refulgencia del aspecto Brahman, el brillo que emana del divino cuerpo del Señor Supremo. Dejando atrás el plano trascendental de Vaikuntha, continuará creciendo hasta llegar al plano más elevado de Goloka. Los frutos plenamente maduros del amor por Dios, sólo nacerán en la enredadera de la devoción cuando ésta alcance los pies de loto de Krsna en la tierra del amor que recibe el nombre de Goloka. Durante toda la travesía, el devoto, como un experto jardinero, continúa e incrementa el cuidado de la enredadera con el agua de los santos nombres y de los pasatiempos del Señor Sri Krsna, los cuales escucha y canta con fervor. Al cultivar y velar por el crecimiento, sumamente delicado, de la enredadera de la devoción, existen también otros aspectos que deben tenerse presentes en todo momento. A veces, el devoto novicio tiene que tomar medidas adicionales para proteger su enredadera, porque hay animales nocivos que pueden devorar sus hojas, o los tiernos retoños de la devoción pueden comenzar a secarse debido al calor excesivo del interés personal material. Las ofensas y las críticas en contra de los devotos, actúan como animales hostiles y agresivos. Estas ofensas son nefastas y causan la destrucción total de esa tierna enredadera de la devoción. Específicamente, tales ofensas se comparan con los daños causados por un elefante salvaje que pisotea y aplasta las delicadas plantas de un jardín encantador cuidadosamente cultivado.

EL JARDINERO DEBE PROTEGER LA ENREDADERA DE LA DEVOCIÓN

El jardinero debe proteger la enredadera de la devoción con cuidados especiales, cercándola por completo, y utilizando otros métodos preventivos, como la asociación de los devotos, para evitar que un elefante salvaje pisotee esta enredadera sumamente delicada del
amor por el Señor Supremo”. El Gran Maestro Sri Caitanya prosiguió: “Esto significa que uno debe cuidarse mucho de no ofender a los devotos del Señor, evitando a toda costa la ofensa del elefante loco.

LAS DIEZ OFENSAS EN CONTRA DEL SANTO NOMBRE

No hay diferencia entre las ofensas que se cometen en contra de los devotos del Señor y las que se cometen en contra de Sus santos nombres. Las ofensas en contra del santo nombre son diez: La primera ofensa es injuriar o calumniar a los devotos de bondadoso corazón que están distribuyendo los santos nombres de Krsna a todos. El Nombre estará descontento si ofendemos y deshonramos a Sus agentes. Los devotos son santos fidedignos, porque buscan la vida eterna. La segunda ofensa en contra del santo nombre es considerar que los patriarcas de este mundo son iguales al Señor Supremo o que tienen algún poder separado e independiente. Incluso los dioses secundarios, como Siva, Sakti, el dios del sol y otros, no deben ser considerados iguales o superiores a Krsna, pues todos están bajo Su control y son subordinados. La tercera ofensa es faltarle el respeto o difamar al maestro espiritual, considerándole como una persona común. Ésta es una ofensa muy seria. El Guru nos revela la concepción más elevada de los santos nombres y es la más preciada y misericordiosa encarnación del Señor, ya que sólo por su gracia uno podrá aproximarse a la tierra del amor divino. Sri Krsna afirma: `Nadie debe pensar que el maestro espiritual es un hombre ordinario sujeto a las leyes de este mundo. Debe saberse que Yo soy el maestro espiritual. Yo resido en el corazón del Guru y actúo para el más elevado beneficio de todos sus discípulos y seguidores. Nadie debe envidiar su posición, porque él es la representación total de todas las Deidades’. La cuarta ofensa es blasfemar las Escrituras que señalan hacia la dirección suprema, especialmente aquellas que alaban la nobleza y la grandeza de Krsna. Las escrituras son divinamente transmitidas por el Señor, y por mediación de las almas especialmente apoderadas por Él. Uno deberá rendir servicio al contenido de las Escrituras, leyéndolas con regocijo.
La quinta ofensa es considerar que el santo nombre y su potencia plena, no son manifestaciones divinas. Jamás hallaremos laconcepción apropiada del santo nombre en un diccionario, sólo la percibiremos a través de la luz y de la fe divina irradiada por el corazón de aquellos devotos que cantan sus glorias e infunden en todos una fe asombrosa. La verdadera potencia de los santos nombres la encontraremos en aquellos que los cantan continuamente. La sexta ofensa consiste en pensar que las glorias del santo nombre de Krsna son frutos de la imaginación. El santo nombre es un sonido trascendental y está más allá de toda creación. Él desciende desde lo Alto y no se puede percibir con los sentidos ni con la mente ni con la inteligencia, porque está fuera de su alcance. Esto no es imaginación, sino la realidad única. La séptima ofensa al santo nombre es utilizar su potencia para nuestros propios intereses personales. Las Escrituras declaran que cantar una sola vez el santo nombre puede limpiar más inmundicia de la que uno puede acumular en su corazón. Sin embargo, si uno peca intencionalmente, pensando que el santo nombre neutralizará todo, incurre en la más terrible ofensa al santo nombre, y definitivamente perderá su atracción por el canto y el servicio. La octava ofensa es considerar que la penitencia, las austeridades, los peregrinajes, la caridad, el servicio a la nación, y otras actividades, producen el mismo resultado que el canto del santo nombre. En realidad, el santo nombre es la vida misma de todas estas actividades. Sin el santo nombre, ellas no producen resultado alguno, especialmente en esta era de hipocresía y engaño. La novena ofensa consiste en otorgar el santo nombre a aquellos que no lo merecen, o carecen de fe en su canto. Tampoco es correcto aceptar discípulos e iniciarlos en el canto del santo nombre sin la inspiración debida. Igualmente, se incurre en ofensas en contra del santo nombre si se comercia o negocia con él. La décima ofensa al santo nombre es cantarlo con descuido. Esa falta de atención es el resultado del apego por las cosas materiales. La mente siempre corre hacia los rincones más inmundos, por lo tanto, uno debe cantar cuidadosamente en asociación con devotos superiores y tratar de captar su amoroso sentimiento de rendición al santo nombre. De esa manera, nuestra atención gradualmente quedará fija y sellada en el santo nombre”.

LAS MALAS HIERBAS

El Gran Maestro Sri Caitanya explicó además: “En la etapa de crecimiento de la enredadera de la devoción, existe otro gran peligro. Junto a la enredadera del amor pueden crecer incontables malas hierbas, las cuales atrofian su crecimiento ocasionándole graves daños, ¡a no ser que la destruyan por completo y muera! Estas malas hierbas secundarias se parecen mucho a la enredadera original del amor. Ellas son los deseos y el intenso apego por los frutos de la acción, las especulaciones mentales y filosóficas, las ansias de liberación, el apego por los tratos diplomáticos, la propensión a incurrir en comportamientos prohibidos por el maestro espiritual, la crueldad hacia los demás, la matanza de animales y de otras entidades vivientes, el interés personal de acumular riquezas, el deseo de obtener honores, el orgullo, y otras similares.

CUANDO EL TRONCO PRINCIPAL SE ATROFIA, LA ENREDADERA DE LA DEVOCIÓN NO CRECE MÁS

Si no se practica y mantiene una estricta vigilancia sobre la enredadera de la devoción, las malas hierbas crecerán sin restricción y serán muy perjudiciales para ella. Entonces se habrá perdido el esfuerzo de haberla regado con el agua vivificadora de escuchar y cantar, porque se habrán nutrido las malas hierbas y no la enredadera del amor. Las malas hierbas crecerán y comenzarán a cubrir y a sofocar la auténtica enredadera de la devoción. Es posible que el devoto no sepa reconocer la diferencia entre la enredadera original y las malas hierbas, las confunda, y pierda su precioso tiempo vertiendo el agua de escuchar, cantar y servir, en el lugar equivocado. De esa manera, perdería su única oportunidad de alcanzar el éxito completo en sus prácticas espirituales. Cuando el tronco principal se atrofia, la enredadera de la devoción no crece más”.
El Gran Maestro Sri Caitanya manifestó además: “Por consiguiente, el deber del jardinero es arrancar las malas hierbas de las tendencias perjudiciales desde su primera aparición, utilizando el agua de escuchar y cantar apropiadamente los santos nombres de Krsna, junto con una amorosa actitud de servicio a Él. Por sí mismo, el devoto neófito no puede reconocer la diferencia entre la genuina enredadera de la devoción y las malas hierbas del interés personal. Así pues, la esencial ayuda del maestro espiritual, o de los devotos superiores con más experiencia, es absolutamente necesaria para determinar si se está vertiendo el agua en el lugar adecuado, a fin de darle gran alivio e inspiración espiritual al devoto en sus inicios. Si esto se hace con
mucho cuidado, el tronco de la enredadera de la devoción continuará creciendo de manera saludable y llegará directamente a los pies de loto de Krsna en Vraja-Vrndavana.

EL FRUTO DE LA ENREDADERA DEL AMOR MADURARÁ Y CAERÁ AL SUELO

Así, el fruto de la enredadera del amor madurará y caerá al suelo. El jardinero saboreará los frutos cuando asuma su posición de servicio divino en Vraja, en el campo del amor conyugal, y continuará degustando el sabor del dulce néctar de los frutos del amor por Dios. Este amor por Krsna es el destino supremo, el resultado último de todas las acciones. Los cuatro objetos de los deseos mundanos: la virtud, los apegos por las posesiones, el disfrute, y la liberación, son sumamente triviales y no pueden ser comparados con este amor por el Supremo Señor Krsna. El amor por Dios es el resultado del servicio y la devoción exclusiva. Por lo tanto, es indispensable describir las características de esa devoción exclusiva”.

SERVIR A KRSNA SEGÚN SU DULCE VOLUNTAD

El Gran Maestro Sri Caitanya prosiguió: “La naturaleza positiva de la devoción exclusiva es servir a Krsna según Su dulce voluntad, utilizando apropiadamente todas nuestras energías. El aspecto pasivo de la devoción exclusiva es renunciar a la vida desordenada e irreligiosa. Si se adora a otros dioses aparte de Visnu o Krsna, el Señor Supremo, uno no se liberará de la búsqueda del conocimiento ni del interés personal. El aspirante debe servir a Krsna con todas sus facultades, de la manera que resulte más placentera para el Señor. Eso es devoción exclusiva. Sólo a través de esa devoción exclusiva despertará plenamente el amor puro por Krsna. El Pañcaratra y el Srimad Bhagavatam enseñan este concepto acerca de la Divinidad. Ya sea que la mente desee disfrutar de este mundo o bien que anhele liberarse de él, en cualquiera de estos casos, el amor por Dios no despertará, aunque se observen todas las prácticas religiosas recomendadas en las escrituras.

EL PROCESO DEL DESARROLLO GRADUAL DE LA PRIMERA ETAPA DEL AMOR

El aspirante deberá cultivar específicamente esa forma de devoción que origina apego absoluto por los pies de loto del Señor. El proceso del desarrollo gradual de la primera etapa del amor, Prema, evoluciona desde Sneha, el afecto personal que nace de un corazón suave que ha sido derretido por el amor; Mana, el orgullo ocasionado por la familiaridad; Pranaya, el amor desprovisto de timidez y de turbación; Raga, un intenso apego amoroso en el cual no se toma en consideración ofensa alguna; Anuraga, oleadas de amor continuas, siempre frescas, que se experimentan en la presencia constante del Señor; Bhava, la etapa de intenso alborozo y deleite pleno en el amor, hasta llegar a Maha-bhava, la forma más excelsa del éxtasis divino. Para ilustrar esta secuencia progresiva del amor, desde Prema, el estado de amor básico, hasta Maha-bhava, se da el ejemplo del azúcar de caña, la cual progresa de la cepa de la planta a la caña de azúcar, de la que se extrae el jugo que luego se transforma en melaza, en azúcar no refinada, en azúcar semirefinada, en azúcar refinada, y finalmente, en cristales de azúcar o azúcar cande. Estas son las diferentes variedades del principio permanente del más dulce amor en el servicio a Krsna”.

LAS CINCO VARIEDADES DE RELACIONES CON EL SEÑOR SUPREMO

El Gran Maestro Sri Caitanya continuó: “Ese principio permanente, Stayi-bhava, adquiere un sabor sumamente exquisito y nectarino cuando se mezcla con principios secundarios, tales como: Vibhavas, los fundamentos y estímulos especiales que dan un impulso más amplio al éxtasis; Anubhavas, los síntomas subsecuentes del éxtasis, los cuales son trece en total; Sattvika-bhavas, los ocho síntomas del éxtasis que primero se manifiestan en el corazón para luego estallar y exhibirse externamente, y Vyabhicari-bhavas, los treinta y tres sentimientos que producen el éxtasis continuo. De manera similar, la mezcla de requesón, azúcar, mantequilla clarificada, pimienta y alcanfor, resulta un refrigerio delicioso. Por otra parte, hay cinco clases de apegos divinos permanentes por Krsna que corresponden con los principales tipos de relaciones entre Krsna y los devotos. Estas cinco variedades de relaciones con el Señor Supremo son: Santa-rasa, pasividad; Dasya-rasa, servidumbre; Sakhya-rasa, amistad; Vatsalya-rasa, amor parental, y Madhura-rasa, amor conyugal por Krsna.

LOS RELACIONAMIENTOS SECUNDARIOS

Además de estas cinco variedades hay también relacionamientos secundarios: Hasya, éxtasis risueño; Adbhuta, asombro con sorpresa; Vira, hidalguía; Karuna, profunda compasión; Raudra, ira; Bhayanaka, miedo; y Vibhatsa, apego que expresa temor. Los cinco sentimientos principales de la devoción: Santa, Dasya, Sakhya, Vatsalya, y Madhura rasa, son relaciones permanentes que impregnan constantemente las mentes y los corazones de los devotos. Los siete sentimientos secundarios de la devoción, como Hasya y Adbhuta,
hacen su aparición ocasionalmente, cuando surge algún estímulo particular. Santa-bhava, la pasividad en el servicio, es ilustrada por la conducta de los nueve sabios Yogindras, y los cuatro hermanos Kumaras, comenzando por Sanaka. Dasya-bhava, la servidumbre, es ilustrada por Hanuman. Sakhya-bhava, la amistad con el Señor, es ilustrada por Sridama, Bhima, Arjuna y otros. Vatsalya-bhava, la paternidad, incluye a los padres y familiares mayores de Krsna como Yasoda-devi, Nanda Maharaja, los tíos maternos, y demás. En Madhura-rasa, el amor conyugal, incluye a las principales doncellas de Vraja, las reinas de Dvaraka, y las Laksmis de Vaikuntha, todas ellas innumerables”.

LA DEVOCIÓN POR KRSNA ES DE DOS CLASES

El Gran Maestro Sri Caitanya prosiguió: “La devoción por Krsna es de dos clases. Una está infiltrada con la conciencia de la opulencia del Señor, y la otra con el servicio amoroso exclusivo a Krsna en Goloka, desprovisto de toda conciencia de Su majestad. En las ciudades de Dvaraka y Mathura, y especialmente en Vaikuntha, las opulencias divinas predominan en diferentes grados. Dondequiera que el sentido de la majestad predomine, automáticamente la tendencia del amor será volverse reservado y ocultarse. La característica distintiva de la devoción exclusiva es no interesarse en absoluto en la opulencia de Dios, aun cuando esa opulencia se manifieste ante el devoto. En las relaciones de Santa y Dasya, las divinas opulencias del Señor rara vez actúan como un estimulante del amor. Pero en los rasas de Sakhya, Vatsalya y Madhura, esas opulencias actúan siempre como impedimentos. Krsna reverenció los pies de Vasudeva y Devaki, pero la percepción de Su divina majestad llenó sus mentes de temor. Arjuna se sintió aterrorizado al ver la forma universal cósmica del Señor. Cuando Krsna afirmó en son de broma que la dejaría, Rukmini sintió pánico, y se desmayó al instante. Sin embargo, el amor puro y exclusivo por Krsna no admite en lo más mínimo esa divina majestad. Si la devoción exclusiva entra en contacto con algún despliegue de majestad, simplemente ignora esas cualidades y cualquier relación con esa entidad majestuosa. En Santa-rasa, el apego exclusivo por Krsna existe debido a la comprensión de la naturaleza espiritual propia”.

EL PARAÍSO COMO LA LIBERACIÓN, SON UN INFIERNO

El Gran Maestro Sri Caitanya también manifestó: “Los devotos en Santa-rasa desechan cualquier anhelo por este mundo, excepto el deseo por Krsna. Por consiguiente, aparte de los devotos de Krsna, nadie puede disfrutar de verdadera tranquilidad mental. El devoto de Krsna considera que tanto el paraíso como la liberación, son un infierno. Las dos características de los devotos en Santa-rasa son: exclusivo apego por Krsna, debido a su comprensión acerca de Él como el Supremo, y la renunciación a todos los deseos de este mundo. Esas dos características impregnan a todos los devotos de Krsna, tal como la cualidad del sonido impregna todos los elementos materiales. En la naturaleza de los devotos en Santa-rasa, no existe un vínculo personal de amor con Krsna a través del servicio, porque su conocimiento acerca de la supremacía del Señor es lo más importante. Para los devotos en Santa-rasa, sólo existe, como cualidad distintiva, la comprensión de su naturaleza espiritual en relación con Krsna; sin embargo, en Dasya-rasa hay una mayor percepción de la naturaleza divina de Krsna como el Amo con plena majestad divina. En Dasya-rasa, Krsna se revela con poder y magnificencia. Sin embargo, por servirle humildemente, el sirviente proporciona continuo placer al Señor. En Dasya-rasa está la cualidad distintiva de Santa-rasa, con sus dos características, más una pronunciada cualidad de servicio. Por consiguiente, Dasya-rasa posee dos cualidades distintivas”.

EL GRAN MAESTRO SRI CAITANYA PROSIGUIÓ:

El Gran Maestro Sri Caitanya prosiguió: “Sakhya-rasa, la amistad con el Señor, incluye las cualidades de Santa y Dasya rasas. En Dasya-rasa, el servicio está marcado por un sentimiento de inferioridad y sumo respeto por Krsna. En cambio en Sakhya-rasa, el servicio está caracterizado por una plena confianza en Krsna como amigo. Los compañeros de Krsna se suben sobre Sus hombros o hacen que Él se suba sobre los hombros de ellos, mientras juegan y luchan con Él. Ellos sirven al Señor y permiten que el Señor les sirva. En Sakhya-rasa predomina una relación de completa confianza, desprovista de reverencia o de sentido de inferioridad ante Krsna. Así pues, Sakhya-rasa posee tres cualidades distintivas. Existe allí mayor apego personal y el sentimiento de que Krsna es uno de ellos, lo que induce al Señor a dejarse subyugar por la amistad de Sus devotos”. El Gran Maestro continuó: “En Vatsalya-rasa, las tres cualidades de Santa, Dasya y Sakhya rasas, han sido incluidas y transformadas en el servicio de cuidar y proteger al Señor. Debido a un gran sentido de intimidad, la relación está desprovista de la inferioridad y la reverencia que existe en Dasya-rasa. En Vatsalya-rasa, el sentido de intimidad se incrementa grandemente, y los devotos que experimentan el amor parental castigan y regañan al Señor, tal como lo haría cualquier padre o persona mayor, porque ellos no están conscientes de Su divina
majestad. En Vatsalya-rasa, el Señor es objeto de cuidado y sustento. Esta relación es más dulce que el néctar, porque el Señor se sumerge en esa dulce bienaventuranza en compañía de tales devotos”.

EN LA ETAPA DEL AMOR CONYUGAL

El Gran Maestro, Sri Caitanya agregó: “En la etapa del amor conyugal, se intensifican el apego por Krsna, el servicio a Él, el libre intercambio amistoso, y los sentimientos de querer cuidar y proteger al Señor, alcanzándose una mayor intimidad amorosa. Los devotos sumamente raros y excepcionales de Madhura-rasa, ofrecen sus cuerpos como consortes en el servicio al Señor. Así pues, Madhura-rasa posee plenamente todas las cualidades distintivas de los cinco rasas. Las cualidades materiales evolucionan una tras otra en los elementos, comenzando con el éter, el cual transmite su cualidad al elemento siguiente. Éste, a su vez, la incorpora a sus propias cualidades características, y así sucesivamente, hasta llegar al último elemento, tierra, el cual posee las cinco cualidades de todos los elementos en pleno. De manera similar, Madhura-rasa incorpora las cualidades características de los cuatro rasas anteriores a sus propias cualidades específicas. Todas las cualidades de todos los rasas, se combinan plenamente en Madhura-rasa, convirtiéndolo en el Rasa principal. Todos los otros Rasas, o relaciones extáticas con Krsna, sólo existen para respaldar a Madhura-rasa. Por esa razón, su gama de intereses, intensa y completamente armonizadora, la hacen tan exquisitamente dulce y deseable, infundiendo en el devoto una creciente desesperación por servir a Krsna total y exclusivamente”. Sri Caitanya concluyó: “Te he dado una descripción general de los Rasas, los dulces sentimientos de los diferentes servicios devocionales. Deberías considerar la forma de desarrollarlos para instruir a la gente en general. Si alguien, aunque sea un ignorante, piensa en Krsna constantemente, sin duda alguna el amor por Él se manifestará en su corazón. Por la gracia del maestro espiritual y del Señor, él ciertamente alcanzará las playas del océano del amor”. Después de hablar así, el Gran Maestro Sri Caitanya abrazó fuertemente a Sri Rupa.