AnL. 12. LA PARTIDA

LA DANZA RASA

Durante las noches de luna de otoño, Sri Caitanya vagaba de un jardín a otro con Sus compañeros. Solían entonar canciones describiendo la danza Rasa, y a veces Él también cantaba y danzaba embelesado. A veces, subyugado por un intenso amor por Krsna, caía al suelo inconsciente.

KRSNA ENTRÓ EN EL YAMUNA

En una de esas noches, después de recitar los versos acerca de la danza Rasa, Sri Caitanya relató: “Para aliviar Su fatiga, Krsna entró en el Yamuna en compañía de las Gopis. Semejaba el jefe de una manada de elefantes que acompañado por sus hembras, se zambulle en el agua, destrozando las represas. Los abrazos de las Gopis estrujaban las guirnaldas de Krsna, matizándolas con el Kunkuma, el polvo rojo que decoraba sus pechos. Cautivadas, las abejas volaron en pos de Krsna mientras Él sonreía encantadoramente, resplandeciendo con extático gozo”.

CORRIÓ HACIA EL OCÉANO

Cuando el Maestro recitó este verso, Sus ojos repentinamente fueron atraídos hacia el océano, que iluminado por la luna parecía confundirse con el río Yamuna. Abandonando a Sus compañeros, corrió hacia el océano y se adentró en sus aguas. Muy pronto perdió el conocimiento y las olas le arrastraron hasta Konarak. El Gran Maestro Sri Caitanya corrió tan raudo, que se desvaneció en la noche antes de que Sus compañeros se percataran.

LA BÚSQUEDA

Comenzaron a buscarle en todos los jardines y en los templos. Le buscaron en el Templo de Gundica y en el Lago Narendra. Cuando no lograron encontrarle, un devoto declaró que el Señor finalmente había desaparecido. Insatisfechos, los devotos se dividieron en dos grupos y recorrieron la playa.

UN PESCADOR

Más tarde, encontraron a un pescador que cantaba a toda voz: “¡Hari, Hari!”, mientras danzaba en éxtasis, reía y lloraba simultáneamente. Los devotos llamaron al extraño pescador y Svarupa Damodara le preguntó: “¿Has visto a alguien en este camino? ¿Porqué te comportas de esta manera tan extraña?”

UN GRAN PEZ

El pescador contestó: “No, no he visto a nadie por este camino, pero en el mar atrapé en mi red un cuerpo inerte, que confundí con un gran pez. Por supuesto, me asusté, pero con cuidado lo saqué de mi red”. El pescador continuó: “Tan pronto como toqué ese cuerpo, un espíritu entró en mí e involuntariamente comencé a temblar, mis ojos se llenaron de lágrimas y mi voz se ahogó. El cuerpo mide como dos o tres metros de longitud, y sus extremidades cuelgan dislocadas. Los ojos miran hacia arriba y su garganta emite sonidos quejumbrosos, mientras el cuerpo permanece inconsciente”.

SOY UN HECHICERO

Svarupa Damodara comprendió que sólo podía ser el Gran Maestro Sri Caitanya. De manera que le dijo al pescador: “Yo ahuyentaré a ese espíritu. Soy un hechicero. Ahuyentaré a ese espíritu con un encantamiento especial”. Después de pronunciar estas palabras, Svarupa Damodara dio tres palmadas en la espalda del pescador y dijo: “El espíritu se ha ido. Ahora enséñame dónde está el cuerpo que recogiste con tu red. Sin duda alguna atrapaste al Gran Maestro Sri Caitanya”. El pescador dijo enfáticamente, “¡No! No puede ser Sri Caitanya. He visto al Gran Maestro en varias ocasiones, y ciertamente ése no es Su cuerpo. El cuerpo que recogí está terriblemente deformado”. “El cuerpo de Sri Caitanya ha tomado esa forma debido a Su intenso amor por Krsna”, replicó Svarupa Damodara, “ahora por favor muéstrame el cuerpo”.

EL SANTO NOMBRE

El pescador los llevó donde se encontraba el Gran Maestro, y Su cuerpo estaba exactamente como él había descrito. Estaba pálido y totalmente dislocado. Por consiguiente no lo podían llevar desde Konarak a Puri. Optaron por cambiar Sus vestimentas mojadas y cantar el santo nombre de Krsna en Sus oídos. Después de algún tiempo, el Gran Maestro recuperó el conocimiento, enseguida se sentó y Su cuerpo automáticamente volvió a la normalidad. Los devotos le escucharon decir: “Vi a Krsna llevando a cabo los más maravillosos juegos acuáticos con Sus amigas. Una Gopi alegremente me mostraba esos juegos desde las orillas del río Yamuna. Primero vi a Krsna bañándose en el Yamuna con las Gopis, para refrescarse. Luego, comenzaron a salpicarse con agua mutuamente”.

CON GRAN PLACER

Sri Caitanya continuó: “Krsna vigorosamente salpicaba con agua los cuerpos de las Gopis, y ellas también salpicaban a Krsna con gran placer. Después comenzaron a halarse unos a otros. Las Gopis halaban a Krsna con sus manos, y Krsna también a ellas.

BESOS Y ABRAZOS DE AMOR

A continuación comenzaron a besarse. Krsna besaba a las Gopis, y éstas le correspondían con otro beso. Después, vinieron los abrazos. Las Gopis abrazaban a Krsna fuertemente contra sus pechos, y Krsna también las abrazaba, individual y simultáneamente, besándolas a todas. Luego, Krsna llevó a Radha hasta la parte más profunda del río. Allí, la bella Radha flotaba en el agua, aferrándose al cuello de Krsna. Había tantos Krsnas como Gopis habían. Al lado de cada Gopi había un Krsna.

COMO LA MIEL

Los cuerpos de las Gopis eran de un hermoso matiz dorado como la miel, y el de Krsna era de un profundo color azul zafiro. Los lotos dorados y los azules se abrazaban muy fuerte, de manera encantadora, mientras flotaban en los rizos de las aguas del Yamuna”.

OLVIDÁNDOME DE TODO

El Maestro continuó: “Krsna quería tocar los pechos de las Gopis, pero las Gopis se lo impedían. ¡Oh, qué escena tan divina! Parecía que el océano del éxtasis se desbordaba. Olvidándome de todo, Yo presenciaba ese bello pasatiempo divino de Radha y Krsna, y Sus amigas Gopis. En ese preciso instante, tú me llamaste. ¡Oh, cuán desafortunado soy!

DÓNDE ESTÁ EL YAMUNA

¿Dónde está el Yamunä? ¿Dónde está Vrndavana? ¿Dónde están las Gopis? ¿Dónde está esa encantadora y supremamente bella pareja Radha y Krsna? ¡Ahora he sido privado de esa felicidad!”.

EL GRAN MAESTRO ESTABA COMPLETAMENTE ABSORTO EN LOS SENTIMIENTOS DE AMOR DE SRI RADHA

En esos días, Sri Caitanya quedó completamente absorto en los sentimientos de amor de Sri Radha. Físicamente, Su cuerpo permanecía en el Gambhira, pero mentalmente estaba impregnado con los profundos sentimientos de amor de Sri Radha. En todo momento, pensaba que residía en Vraja y continuamente se lamentaba con los profundos sentimientos de amor de Sri Radha en la separación de Krsna.

EN LA SEPARACIÓN

Así pasaba Sus días, sumergido en las profundidades de esa aflicción. Completamente transformado por ese sentimiento de amor en la separación, no era Sri Caitanya sino Sri Radha quien se lamentaba por Su dulce Señor Krsna. Pasaban días sin que el Gran Maestro pudiese dormir. Él no podía comprender ni imaginar todo lo que estaba experimentando en Su intensa agonía, la cual nacía de los profundos sentimientos de verse separado de Krsna. Como Krsna, deseó saborear las profundidades del amor que Sri Radha sentía por Él, y ahora, apareciendo como el Gran Maestro Sri Caitanya, estaba experimentando ese amor a plenitud, cumpliendo así el propósito interno de Su divino advenimiento. En esa intensa separación amorosa, restregaba Su rostro contra el duro piso y las paredes de piedra, y la sangre fluía profusamente. Su boca, Sus mejillas y Su nariz, estaban severamente laceradas.

SU INTENSA AGONÍA

Cuando le escuchó gemir, Svarupa Damodara entró en la oscura habitación Gambhira, encendió una lámpara y se horrorizó al ver la crítica condición de las heridas en el rostro del Gran Maestro. Svarupa Damodara lo levantó con ternura, le acostó sobre Su cama y preguntó: “¿Cómo te laceraste el rostro de esa manera?”.

LAS HERIDAS

“En Mi ansiedad, no quería permanecer en esta habitación ni un segundo más. No pude encontrar la puerta, así que busqué una abertura en los muros, restregando mi rostro en ellos. De esa manera se laceró mi cara y comenzó a sangrar”, contestó mansamente Sri Caitanya, y continuó: “No me di cuenta en absoluto cuando esto sucedió”.

LA ALMOHADA DEL MAESTRO

Svarupa Damodara reflexionó sobre la situación, y le pidió a Sankara Pandita que permaneciera dentro de la habitación con el Maestro. Sankara dormía a los pies de loto del Maestro y Sri Caitanya los colocaba sobre el cuerpo de Sankara. Entonces los devotos le dieron a Sankara un nuevo nombre: “Padaupadhana”, la almohada del Maestro.

YO NO PODÍA ABANDONAR

Sankara masajeaba los pies de loto del Maestro y después que Él se dormía, se acostaba a los pies del Maestro. Cierta vez Sri Caitanya despertó y vio a Sankara que dormía a Sus pies. La manta se había rodado de su cuerpo. Sri Caitanya afectuosamente cubrió a Sankara para que no se fuera a resfriar. Gracias a la presencia de Sankara, ya el Maestro no podía abandonar la habitación ni lastimarse.

EL PERDÓN DE SU MADRE

A pesar de Su severa condición, cuando Sri Caitanya supo que Jagadananda iría a Nadia, le pidió que implorara en Su nombre el perdón de Su madre Saci-devi. Como acostumbraba hacer siempre cuando los devotos iban a Navadvipa, le envió el mejor Prasada del Templo de Jagannatha a Su madre.

UN POEMA MÍSTICO

En Navadvipa, Jagadananda se reunió con todos los amigos del Gran Maestro. Cuando se encontró con Advaita Acarya, por primera vez éste le recitó un poema místico a Jagadananda, pidiéndole que se lo repitiera al Maestro cuando regresara a Puri. Dile al Maestro que todos han enloquecido El arroz que otrora se vendía a un alto precio ahora carece de valor El trabajo ha perdido su intensidad Dile que un demente le ha enviado este mensaje

COMO ÉL ORDENE

Al escuchar este acertijo, Jagadananda se echó a reír. Cuando llegó a Puri, le repitió el verso a Sri Caitanya, quien se puso sumamente serio. “¡Como él ordene!”, replicó el Maestro y luego guardó silencio. Cuando Svarupa Damodara interrogó al Gran Maestro acerca del significado de este verso místico, enviado por Advaita Acarya, el Maestro contestó: “Advaita Acarya conoce bien las Escrituras. De conformidad con ellas, se ora al Señor para que aparezca, porque para adorarle, Su presencia es necesaria. Luego le conservan por algún tiempo y le adoran, y cuando la adoración ha concluido, le sumergen.

LA APARICIÓN SE HABÍA CUMPLIDO

No conozco el significado de este verso místico, pero quizás sea éste el propósito de Advaita Acarya”. Svarupa Damodara pensó que Advaita Acarya quiso significar que el propósito de la aparición de Sri Caitanya se había cumplido; que ya no era necesario predicar el santo nombre de Krsna en esta era, y que ya podía irse. A partir de ese día, los sentimientos de amor del Gran Maestro Sri Caitanya, en separación de Krsna multiplicaron su intensidad.

SONDEAR LA INTENSIDAD DE SU AMOR

Sri Caitanya permanecía inmerso en los profundos sentimientos de amor que experimentaba en la separación de Krsna. Así, Él pudo comprender exactamente qué siente Sri Radha cuando no puede encontrarse con Krsna. La intensidad del amor de Sri Radha por Krsna sólo puede ser apreciada y comprendida si uno se sumerge en lo más profundo y recóndito de Su corazón.

SÓLO PUEDE SER APRECIADA

Sondear la intensidad del amor de Sri Radha por Él, era uno de los más grandes deseos que Krsna no había podido satisfacer. Así, Él descendió como Sri Caitanya para sondear esa profundidad.

SU AMADO KRSNA

En Puri, los sentimientos de Sri Radha se intensificaron en el corazón de Sri Caitanya. Él pasaba todo Su tiempo buscando a Su amado Krsna, ostentando las cicatrices de la agonía del amor en la separación de Su amado Krsna.

UNA BELLA VARIEDAD DE EMOCIONES

Él saboreaba las bienaventuradas canciones y los versos entonados por Svarupa Damodara y Ramananda-raya. Experimentaba una variedad de emociones, como júbilo, lamentación, ira, humildad, ansiedad, tristeza, anhelo y satisfacción.

OTRO PARTICULAR SENTIMIENTO

Recitaba Sus propios versos, expresando sus significados y sentimientos a Sus dos amigos, Svarupa Damodara y Ramananda-raya. A veces quedaba completamente absorto en un particular sentimiento amoroso de Radha y permanecía despierto toda la noche. En ocasiones, Sri Caitanya se desesperanzaba, pensando que jamás volvería a ver a Krsna. Pero de repente, recordaba la enseñanza de la sagrada Escritura Srimad Bhagavatam: “Aquel que adora a Krsna a través del canto de Su santo nombre, alcanza Sus pies de loto”.

¡ESPARCE LOS REFRESCANTES RAYOS DE LA LUNA SOBRE LOS LOTOS BLANCOS DE LA BUENA FORTUNA!

Cuando este verso del Srimad Bhagavatam destellaba en la mente del Maestro, se sentía muy feliz a confiaba que pronto se reuniría con Krsna. Entonces, con el corazón lleno de gozo, decía: “Mis queridos Svarupa y Ramananda, deben aprender de Mí que el canto de los santos nombres es la única manera de erradicar el mal en las mentes de las personas”. El Maestro continuó: “En esta era de riña, el proceso de adoración es el canto del santo nombre de Krsna, el Señor Supremo. Aquel que es inteligente, ciertamente emprenderá este método del canto y por último alcanzará a Krsna. En el Srimad Bhagavatam se dice: “Las personas más inteligentes practican el canto en congregación para adorar al Señor, quien desciende como Su propio devoto y canta ininterrumpidamente el nombre de Krsna. Su matiz no es negruzco, pero es el mismo Krsna. Él está acompañado por Sus asociados, devotos, armas, enseres y compañeros confidenciales”. El Maestro continuó: “A través del canto del santo nombre de Krsna uno podrá deshacerse de todo lo indeseable. Ese canto atraerá la más grande fortuna y originará oleadas de amor por Krsna. ¡Toda victoria al canto en congregación de los santos nombres de Krsna, el cual limpia el espejo del corazón y la mente! ¡Extingue el incendio forestal de la existencia material! ¡Esparce los refrescantes rayos de la luna sobre los lotos blancos de la buena fortuna!

LA NOVIA DEL CONOCIMIENTO

¡Es la vida de la novia que recibe el nombre de conocimiento trascendental! ¡Incrementa el océano de la bienaventuranza trascendental! ¡Nos lleva a saborear su néctar pleno a cada paso, y nos sumerge por completo en su éxtasis! Uno puede destruir la condición pecaminosa de este mundo material, purificar el corazón y lograr que diversos sentimientos de servicios devocionales despierten en él, mediante el canto del santo nombre del Señor. Uno despierta elamor por Krsna, comienza a saborear el éxtasis trascendental, y finalmente se sumerge en el ilimitado océano del amor, en el dulce e irresistible servicio a Krsna”. En profunda lamentación, la humildad despierta en el corazón de Sri Caitanya al recitar otro verso. Él dijo: “Uno ciertamente olvidará toda la tristeza y la lamentación al escuchar el significado de este verso”. El Maestro continuó: “¡Oh mi Señor! Tú has otorgado muchos de Tus santos nombres para que sean cantados. Tú has investido todas Tus potencias trascendentales en Tus santos nombres. No hay reglas estrictas respecto a dónde cantar o recordar estos nombres… ¡tan grande es Tu generosidad con las almas condicionadas de este mundo! ¡Oh mi Señor! Soy tan desafortunado que no siento el más leve gusto por el canto.

POR TU MISERICORDIA

Por Tu misericordia, has distribuido diversos santos nombres, de conformidad con los distintos deseos de las diferentes personas. Uno puede alcanzar la perfección si canta los santos nombres mientras come o mientras duerme, sin importar el tiempo o el lugar”. Sri Caitanya continuó: “¡Oh Svarupa y Ramananda! Por favor escuchen de Mí cómo uno debe cantar el santo nombre para despertar con facilidad el amor por Krsna.

EL SANTO MANTRA DEBE CANTARSE CON GRAN HUMILDAD

El santo nombre del Señor siempre debe cantarse con gran humildad. Uno debe considerarse más bajo que una brizna de hierba, y ser más tolerante que un árbol. Uno debe ofrecer todo honor a otros y jamás esperar honor a cambio. De este modo, uno puede cantar constantemente el santo nombre del Señor. Estos son los síntomas de aquel que canta el santo nombre”.

MÁS TOLERANTE QUE UN ÁRBOL

El Gran Maestro continuó: “Aunque él es excelso, se considera más bajo que una brizna de hierba. Igual que el árbol, lo tolera todo. El árbol no protesta cuando lo cortan, y aunque se esté secando, no pide agua a nadie. El árbol da frutos y flores. Tolera el calor extremo y las lluvias, pero aun así otorga refugio a todos. Aunque el devoto es la persona más excelsa, carece de orgullo y dispensa honor a todos, consciente de que Krsna reside en todos los corazones. Si uno canta el santo nombre de Krsna de esta manera, sin duda alguna despertará su adormecido amor por Krsna”. Mientras el Gran Maestro hablaba de este modo, Su humildad se incrementó y ofreció oraciones a Krsna, para llegar a servirle de manera exclusiva.

EL DEVOTO JAMÁS PIENSA QUE POSEE UNA GOTA DE AMOR POR KRSNA

El Gran Maestro continuó, “Tal es la naturaleza del amor, que el devoto jamás piensa que posee siquiera una gota de amor por Krsna. ¡Oh Señor del Universo! Yo no quiero riquezas, ni seguidores, ni compañeros frívolos. Ciertamente no deseo mujeres hermosas ni recrearme con bellas poesías. Sólo deseo Tu ininterrumpido e irresistible servicio nacimiento tras nacimiento. ¡Oh Krsna! ¡Oh hijo de Nanda Maharaja! He caído en este horrible océano de la existencia material. Por favor, considérame como una partícula de polvo a Tus pies de loto. Soy Tu sirviente eterno, pero Te he olvidado. Por eso Tú has descendido a este mundo, el cual está condicionado por Tu energía ilusoria. Imploro servirte amorosamente como Tu sirviente eterno”.

UNA VEZ MÁS SE INCREMENTA LA HUMILDAD DE SRI CAITANYA

Una vez más se incrementa la humildad y el anhelo de Sri Caitanya por encontrarse con Krsna, y expresa: “¡Oh Krsna! ¿Cuándo fluirán de mis ojos lágrimas de amor? ¿Cuándo se ahogará mi voz? ¿Cuándo se erizará mi cuerpo en éxtasis al cantar Tu santo nombre? Si no siento amor por Ti, mi vida será inútil. Imploro que me aceptes como Tu sirviente exclusivo, y que me otorgues el tesoro de Tu amor”.

LA AGONÍA DE AMOR EN SEPARACIÓN QUE EXPERIMENTA EL GRAN MAESTRO

Subyugado por ese intenso amor en la separación de Krsna, diversos sentimientos de aflicción, lamentación y humildad, se manifestaron en Sri Caitanya. Entonces comenzaba a hablar como un demente. Él exclamó: “¡Oh Govinda! Debido a la separación de Ti, el mundo entero me parece desolado y vacío. Lágrimas fluyen de Mis ojos como torrentes de lluvia. En separación de Ti, un instante me parece un milenio. En mi corazón, grandemente perturbado, el día parece no tener fin, porque un instante me parecen mil años. Mis ojos son como las nubes de la temporada de lluvia que por fuerza derraman lágrimas sin cesar”. El Maestro continuó: “Los tres mundo me parecen vacíos debido a que estoy separado de Ti, y siento como si Mi vida se consumiera lentamente en el fuego. Krsna se ha vuelto indiferente hacia Mí, y Mis amigas Gopis dicen que lo mejor es ignorarle”.

SÍNTOMAS EXTÁTICOS DE SRI RADHA

Mientras Sri Radha pensaba de esta manera, Su amor natural por Krsna se manifestó. Los síntomas extáticos de la envidia, el anhelo, la humildad, el entusiasmo, se manifestaron simultáneamente. Así, el corazón de Sri Radha se agitó inmensamente mientras recitaba a Sus amigas Gopis un verso describiendo las profundidades de Su amor por Krsna. El Gran Maestro Sri Caitanya recitó ese verso en ese mismo espíritu de éxtasis. En verdad, Él sentía exactamente como Sri Radha.

KRSNA EL SEÑOR DE MI VIDA Y MI ALMA

Él afirmó: “Krsna puede abrazarme con amor o aplastarme bajo Sus pies. Él puede romper Mi corazón escondiéndose de Mí. Ese desvergonzado puede hacer lo que quiera, pero siempre será el único Señor de Mi amor, y nadie más”. Sri Caitanya continuó: “Yo soy una sirvienta a Sus pies, y Él es el emporio de todos los éxtasis trascendentales. Si así lo desea, Él puede abrazarme fuertemente y hacerme sentir la unión con Él, o puede destrozar Mi mente y Mi cuerpo al no presentarse ante Mí; pero aun así es el Señor de Mi vida y Mi alma. ¡Oh Mis queridas amigas! Por favor escuchen la decisión de mi mente: ¡Krsna es el Señor de Mi vida en cualquier condición!

KRSNA EL SEÑOR DE MI AMOR

Si Él me muestra Su amor, o me mata haciéndome infeliz, Él es el Señor de Mi amor. A veces Krsna abandona la compañía de las otras Gopis y se deja controlar por Mí. De ese modo, Krsna me muestra Mi más grande fortuna y les ocasiona aflicción a otras por Sus idilios conmigo. Krsna es muy hábil y engañoso. Él se entrega a las aventuras amorosas con otras Gopis delante de Mí, para causar ansiedad en Mi mente. Pero aun así, Él es Mi Señor adorable. No me importa Mi propia felicidad. Mi único deseo es que Él sea feliz. Su felicidad es el único propósito de Mi vida. Si Él se siente feliz ocasionando Mi desdicha, entonces esa desdicha es Mi más grande felicidad”. El Gran Maestro Sri Caitanya prosiguió: “Si veo que Krsna se siente atraído y desea con vehemencia a otra mujer, pero se siente infeliz porque no puede obtenerla, Yo me postraré a sus pies, la tomaré de la mano y la llevaré donde Krsna, para que Él sea feliz disfrutando de pasatiempos de amor con ella”.

LA ADMIRABLE ABNEGACIÓN DE SRI RADHA

Sri Radha no puede soportar que Krsna no reciba Su satisfacción predilecta, aunque sea con otra Gopi. Esto demuestra admirablemente la abnegación del exclusivo amor de Sri Radha por Krsna. Krsna está fuertemente atado por ese dulce amor, y por eso Sri Radha es el centro de todos Sus deseos.

KRSNA ESTÁ FUERTEMENTE ATADO POR EL DULCE AMOR DE
SRI RADHA

Krsna dice: “Radha es la niña de mis ojos. Radha resplandece en Mi corazón. No veo nada sobre la faz de la Tierra, excepto a Radha. El cielo también parece estar lleno con Radha. Los tres mundos están llenos de Radha. ¿Qué haré ahora? ¿Adónde ha ido Mi bella Radha? Mi corazón se agita si no puedo verla. ¿Qué haré sin el amor de Radha?” Sri Caitanya continúa: “Cuando cierta Gopi se enoja por causa de los celos y le regaña, Krsna se siente muy feliz y satisfecho. Ella exhibe su orgullo de manera apropiada y eso hace feliz a Krsna, y en ese empeño ella abandona su orgullo. ¿Cómo puede una mujer seguir viviendo cuando a pesar de la aflicción de Krsna, ella persiste en su profundo enfado hacia Él? Esa mujer sólo está interesada en su propia felicidad. ¡Qué un rayo caiga sobre su cabeza!, porque nuestro único y exclusivo deseo es satisfacer a Krsna. Cuando una Gopi me envidia, pero satisface a Krsna, y Krsna la desea, Yo no titubeo en ir hasta su casa y convertirme en su sirvienta. De ese modo me siento feliz, porque pude satisfacer el deseo de Mi Krsna”.

KRSNA ES EL TESORO ESCONDIDO DE MI VIDA

El Gran Maestro Sri Caitanya prosiguió: “La esposa de un Brahmana que padece de lepra se ha convertido en la joya cimera de todas las esposas consagradas. Para complacer a su esposo, ella sirvió a una prostituta, y de esa forma pudo detener la trayectoria del sol y revivir a su esposo, satisfaciendo a los tres dioses principales. ¡Krsna es mi vida! ¡Krsna es el tesoro escondido de Mi vida! ¡Krsna es la vida de Mi vida! Yo le conservo en Mi corazón y le hago feliz con Mi servicio.

MI FELICIDAD ESTÁ EN EL SERVICIO A KRSNA

Ésa es mi constante meditación. Mi felicidad está en el servicio a Krsna, y la felicidad de Krsna está en la unión conmigo. Por consiguiente, Yo me entrego a Él plenamente. Entonces Krsna me convierte en su amante, y dice: `Tú eres la reina de Mi vida’. Pero aun así Yo me considero Su sirvienta. El servicio a Mi amado es la morada de la felicidad, y es mucho más dulce que la unión con Él. Así lo ha demostrado ampliamente la diosa de la fortuna. Ella es la amada del Señor Narayana, y reside constantemente en Su corazón. Sin embargo, ella desea servir a Sus pies de loto como Su sirvienta”. De esa manera, Sri Caitanya saboreó los sentimientos de Sri Radha que exhiben los síntomas del amor exclusivo por Krsna. En ese humor extático, Su mente se agitó en grado sumo y se llenó de felicidad. Él dijo: “El amor en Vraja es puro como el oro que arrastra el río Jambu, y en él no hay ni una gota de felicidad personal”.

LA AGONÍA DE AMOR EN SEPARACIÓN

La agonía de amor que experimentaba Sri Caitanya en la separación de Krsna, el amor de Su corazón, crecieron y se intensificaron al máximo. Svarupa Damodara y Ramananda-raya ya no pudieron apaciguarle más. Sus lamentaciones alcanzaron la quintaesencia, y en el año 1534 D.C., mientras el canto de los santos nombres en congregación resonaba en los cielos, en el patio del Templo de Tota Gopinatha, en la cumbre de Su éxtasis, enloquecido por el amor, el Gran Maestro entró corriendo en el Templo y se fundió en la sagrada Deidad de Tota Gopinatha. Los devotos se atormentaron y perturbaron profundamente. Ellos se recluyeron en el ardiente fuego de la separación de su Señor y Maestro Sri Caitanya. Ansiosamente aguardaron el día en que se reunirían una vez más con su amado Maestro Sri Caitanya, en el mundo de la bienaventuranza trascendental.