EL SEGUNDO ENCUENTRO ENTRE NIMAI Y LAKSMI-PRIYA

Por aquel entonces, cuando abrió Su escuela, Nimai se encontró de nuevo con Laksmi-priya y sintió amor espontáneo por ella. Después de este segundo encuentro entre Nimai y Laksmi-priya, Vanamali Acarya fue a ver a Saci-devi y le preguntó si había pensado en el matrimonio de su hijo. Él dijo: “Hay una joven muy bella llamada Laksmi-priya, hija de Vallabha Acarya. Sería una compañera perfecta para tu hijo Nimai”. Saci-devi había reflexionado sobre el matrimonio de Nimai, pero le dijo a Vanamali Acarya que su hijo tenía otras metas que alcanzar en la vida antes de que ella pudiese pensar seriamente en Su matrimonio. Después de escuchar la decisión de Saci-devi, Vanamali Acarya abandonó la casa sintiéndose muy descontento y no presentó más argumentos. Sin embargo, en el camino, Vanamali Acarya se encontró con Nimai y le dijo: “Le propuse a Tu madre un buen casamiento para Ti, pero por alguna razón desconocida ella no le prestó mucha atención”. Nimai guardó silencio, pero al regresar a casa, las primeras palabras que dirigió a Su madre fueron: “¿Por qué no recibiste a Vanamali Acarya debidamente?” Eso fue suficiente para que Su madre comprendiera el propósito interno de Nimai. Al día siguiente, Vanamali Acarya volvió con su propuesta. Esta vez Saci-devi le pidió hacer los arreglos para el matrimonio lo antes posible. Vanamali Acarya fue directamente a la casa de Vallabha Acarya e hizo una propuesta formal. Vallabha Acarya se sintió muy feliz y prometió otorgar una pequeña dote. Vanamali Acarya regresó donde Saci-devi, quien aceptó felizmente. El joven Nimai contrajo matrimonio con Laksmi-priya. Saci-devi estaba muy feliz con ella, porque llevaba a cabo todas sus tareas hogareñas de manera perfecta para complacer a su suegra y a su amado esposo. Laksmi-priya siempre estaba contenta, y bien dispuesta para cocinar y servir a tantos huéspedes como su Señor se complaciese en invitar.