ML. 03. El pasatiempo de Madhavendra Puri

EL GRAN MAESTRO RECORDÓ A MADHAVENDRA PURI

Al ver a Gopinatha, el Gran Maestro Sri Caitanya recordó a Madhavendra Puri, el preceptor de Su maestro espiritual, quien estaba profundamente relacionado con los pasatiempos de Gopinatha. El insondable gozo extático de Sri Caitanya se intensificó al recordar el verso favorito del ilustre Sri Madhavendra Puri: “¡Oh misericordioso Señor de los pobres y los desesperados! ¡Oh Señor de Mathura! ¿Cuándo volveré a verte? ¡Mi afligido corazón arde y estoy muy impaciente por reunirme contigo! ¡Oh Mi Señor! ¿Qué debo hacer?” Cuando contempló la Deidad de Gopinatha, el Gran Maestro Sri Caitanya cayó en éxtasis, subyugado por el sentimiento de amor que Sri Radha experimenta en la separación de Krsna. Al ver los síntomas extáticos exhibidos por el Gran Maestro, Nityananda Prabhu rápidamente le sostuvo entre Sus brazos, impidiendo así que se lesionara cuando cayera al suelo. La voz de Sri Caitanya se ahogó por una profunda emoción, y lágrimas, como torrentes, bañaron Sus mejillas. Temblaba, transpiraba y permanecía inmóvil en el suelo. En medio de Su éxtasis, expresaba aflicción, exaltación y humildad extremas. Sri Caitanya permaneció allí una noche, ávido por recibir los remanentes de Amrta-keli, la leche condensada dulce que se le ofrecía a Sri Gopinatha. También estaba ansioso por narrar a Sus compañeros el pasatiempo sumamente fascinante de Sri Gopinatha con Sri Madhavendra Puri, el maestro de Su preceptor espiritual.

LA DEIDAD KSIRA-CORA GOPINATHA

A continuación, el Gran Maestro comenzó a narrar el cautivante pasatiempo de Gopinatha en Balasore: “El nombre de esta Deidad es Ksira-cora Gopinatha”, dijo Sri Caitanya sonriendo, lleno de excitante entusiasmo, y continuó: “Hace algún tiempo, esta Deidad robó un recipiente con leche condensada dulce para dársela a Su querido devoto Sri Madhavendra Puri, y por eso es conocida como Ksira-cora Gopinatha, la Deidad que robó un recipiente con leche condensada dulce. Madhavendra Puri era un monje, y el Guru de Isvara Puri, Mi maestro espiritual. Siempre permanecía locamente absorto en una extática búsqueda de Krsna. Debido a esa locura de amor por Krsna, era incapaz de distinguir si era de día o de noche. A veces dedicaba todo el día a cantar el santo nombre del Señor, y otras veces caía al suelo inconsciente.

UNA VEZ, CUANDO VIAJABA POR VRAJA-VRNDAVANA

Una vez, cuando viajaba por Vraja-Vrndavana, Madhavendra Puri llegó a la sagrada montaña que recibe el nombre de Govardhana. Después de circundar la Colina de Govardhana, se bañó en el Govinda-kunda y se sentó debajo de un árbol a cantar el santo nombre de Krsna, guardando ayuno. Mientras Madhavendra Puri estaba allí sentado, un desconocido pastorcillo de vacas vino con un recipiente de leche y se lo ofreció: `Por favor bebe esta leche’, dijo el vaquerito. ` ¿Por qué no mendigas algunos alimentos? ¿Qué clase de meditación estás haciendo?’ Después de hablar así, el vaquerito entregó el recipiente de leche a Madhavendra Puri y le sonrió. Al ver la extraordinaria belleza del joven, Madhavendra Puri se sintió aturdido y hechizado. Las dulces palabras del pastorcillo de vacas le cautivaron de tal modo que olvidó por completo su hambre y su sed. Madhavendra Puri dijo: ` ¿Quién eres, hijo mío? ¿Dónde vives? ¿Cómo supiste que estaba ayunando?’ A lo que el jovencito contestó sonriendo: ` ¡Oh señor! Soy un pastor de vacas, y en esta aldea, nadie ayuna. Aquí, en mi aldea, las personas pueden mendigar alimentos o leche para su sustento. Si no quieren mendigarlos, yo se los proporciono. Las mujeres que todos los días vienen a buscar agua en el Govinda-kunda te vieron y enviaron esta leche para ti. Ahora debo irme corriendo a ordeñar las vacas. Vendré más tarde a recoger el recipiente’. Cuando terminó de hablar, el vaquerito desapareció de súbito. En realidad, Madhavendra Puri no le vio más y comenzó a reflexionar sobre su dulce personalidad. Después de beber la leche que le diera el vaquerito, Madhavendra Puri lavó el recipiente y lo colocó a un lado. No dejaba de mirar hacia el sendero con la esperanza de verle de nuevo, pero el niño jamás regresó.

¡POR FAVOR TRAE A LA GENTE DE LA ALDEA Y SÁCAME DE AQUÍ!

Aquella noche Madhavendra Puri no logró conciliar el sueño y se sentó a cantar el santo nombre de Krsna. Después de unas horas, cerca de la medianoche, se fue quedando dormido. En sueños, Madhavendra Puri vio al mismo pastorcillo de vacas que se había presentado ante él para darle un poco de leche. Tomó a Madhavendra Puri de la mano y le llevó a una selva cercana, donde le mostró un bosquecillo particular y dijo: `Yo resido aquí, en este bosquecillo, y estoy a merced de las inclemencias del frío, del viento y del calor abrasante. ¡Por favor trae a la gente de la aldea y sácame de aquí! ¡Construye un templo en la cima de la Colina de Govardhana e instálame allí! ¡Báñame con agua abundante! ¡Te he estado esperando durante largo tiempo! Me preguntaba cuándo vendría a
servirme Mi devoto Madhavendra Puri. Lo deseaba intensamente. Porque eres Mi devoto exclusivo, Yo aceptaré tu servicio. Sin embargo, cuando me instales, todos podrán verme y les libraré por completo del cautiverio de este mundo material. ¡Mi nombre es Gopäla! ¡Soy quien levantó esta Colina de Govardhana!’ Sri Gopala continuó: `Fui instalado por Vraja, el biznieto de Krsna. ¡Soy la única autoridad de esta aldea de Vraja! Cuando los musulmanes atacaron a Mi sacerdote, él me escondió en este bosque y huyó despavorido. Desde entonces he permanecido aquí, pero ahora para mi gran fortuna tú has venido’. Tan pronto como terminó de hablar, el joven desapareció.

ACOMPAÑARON A MADHAVENDRA PURI CON SUMO PLACER

Madhavendra Puri despertó de este sueño en éxtasis y comenzó a lamentarse: `Por fin vi a Krsna, pero no pude reconocerle’. Así, el lloró a lágrima viva durante algún tiempo con profundos sentimientos de separación. De súbito recordó las palabras de Sri Gopala y se tranquilizó para cumplir Sus mandatos. Después de darse su baño matutino, Madhavendra Puri entró en la aldea, reunió a los habitantes y anunció: `El propietario de esta aldea es Sri Gopala, también conocido como Govardhana-dhari, el levantador de Govardhana. Él está escondido en un bosquecillo cercano, ¡vayamos a rescatarle!’ Los aldeanos acompañaron a Madhavendra Puri con sumo placer. Abriéronse paso entre los espesos bosques y arbustos, y despejando el camino hallaron a la bella Deidad cubierta de hierba y polvo. Los aldeanos se maravillaron y con gozo ilimitado limpiaron el cuerpo de la Deidad de Sri Gopala. Dándose cuenta del gran peso de la Deidad, buscaron entre la multitud a los más fuertes para levantarla y transportarla. Luego la instalaron sobre una roca y detrás colocaron otra piedra como respaldo.

LA CEREMONIA PARA BAÑAR A SRI GOPALA

Poco después se dio inicio al Abhiseka, la ceremonia para bañar a Sri Gopala. Se llevaron cientos de recipientes con agua desde el Govinda-kunda. Los aldeanos llevaron grandes cantidades de leche, yogurt y mantequilla clarificada, así como también diferentes tipos de alimentos y golosinas, regalos diversos, vestimentas y hojas de Tulasi en profusión para satisfacer a Sri Gopala. Se escuchaba el rítmico resonar de los cuernos, los tambores y timbales. Todos comenzaron a cantar y a danzar en éxtasis por la aparición de la Deidad de Sri Gopala. Subsecuentemente, Madhavendra Puri dio inicio a la exuberante ceremonia de baño de Sri Gopala. Él encomendó a los
sacerdotes Brahmanas de la aldea recoger nueve recipientes de agua filtrada del Govinda-kunda para bañar a la Deidad. Los sacerdotes Brahmanas asistieron a Madhavendra Puri con diligente entusiasmo. Primero, Madhavendra Puri masajeó a la Deidad con grandes cantidades de aceite hasta que Sri Gopala se tornó espléndidamente luminoso. Luego le bañaron con Pañca-gavya y Pancamrta, que incluyen los cinco ingredientes que provienen de la vaca sagrada: bosta, orines, leche, yogurt y mantequilla clarificada. Inmediatamente después celebraron el Maha-snana, la gran ceremonia de baño, con grandes cantidades de mantequilla clarificada y agua. Más adelante ungieron a Sri Gopala con aceites aromáticos, tornándolo deslumbrante y cautivadoramente hermoso. Finalmente, bañaron a la Deidad con agua fragante, la cual vertían con grandes caracolas.

UNA TRADICIONAL CEREMONIA DEVOCIONAL

Sri Gopala fue ataviado con vestimentas de sedas nuevas y adornadas con pasta de sándalo, guirnaldas de Tulasi y otras flores fragantes. Inciensos aromáticos y numerosas lámparas de ghi, fueron encendidos para la Deidad. También se ofrecieron innumerables y deliciosos manjares, además de yogurt, leche y diversas preparaciones dulces que los aldeanos enviaban constantemente. Después de esa ofrenda, se le dio de beber agua perfumada en recipientes nuevos, más agua para enjuagar Su boca, y por último se le ofreció una variedad de especias dulces para refrescar Su paladar. Luego celebraron el Bhoga-arati, una tradicional ceremonia devocional en la que se ofrece incienso, una lámpara de ghi, agua, flores de Tulasi, y otros artículos para la adoración, con el acompañamiento de instrumentos musicales y cánticos melodiosos. Los aldeanos se postraron cuan largos eran frente a Sri Gopala, con lágrimas de gozo en sus ojos, mientras ofrecían sus oraciones con gran fervor. Inmediatamente después se dio inicio a la ceremonia de Annakuta, donde se ofrecieron montañas de granos diversos para la dulce satisfacción de Sri Gopala. Esta ceremonia no puede ser descrita debidamente con palabras, y en verdad resulta increíble a los ojos. No obstante, trataré de explicar esta encantadora y hermosa ceremonia de Annakuta, la cual es sumamente extensa y tiene muchos detalles que cuidar.

CUANTIOSAS OFRENDAS

Tan pronto como los habitantes de la aldea supieron que Madhavendra Puri preparaba la ceremonia de Annakuta para ofrecer montañas de alimentos a Sri Gopala, quien había permanecido hambriento por largo tiempo, llevaron todas sus provisiones de arroz, dhales, harina de trigo, y otros comestibles. Eran tan cuantiosas las ofrendas, que cubrieron por completo toda la superficie de la colina. Los alfareros de la aldea llevaron incontables recipientes de barro para cocinar, tarea que comenzó esa misma mañana. Diez Brahmanas cocinaron los granos, y otros cinco prepararon exquisitos vegetales cubiertos con mantequilla clarificada. Las preparaciones de vegetales consistían en una variedad de espinaca, raíces y frutas recogidas en el bosque. Otros Brahmanas prepararon vadas, un plato exquisito hecho con dhales, lentejas. Siete Brahmanas cocinaron una insuperable cantidad de chapatis y rotis, untados generosamente con mantequilla clarificada. Los diferentes tipos de arroz aromáticos fueron servidos en montones sobre anchas hojas. Esas hojas, totalmente cubiertas con las sabrosas preparaciones del grano, fueron colocadas sobre telas nuevas extendidas sobre el suelo. Alrededor de las montañas de arroz cocido había gigantescos cerros de chapatis. Los deliciosos vegetales tanto secos como con líquido fueron conservados en recipientes de barro expertamente colocados alrededor de las montañas de arroz. Se dispusieron ilimitados recipientes que contenían diversas preparaciones lácteas tales como yogurt, suero de leche, un tipo de yogurt muy espeso mezclado con azúcar pulverizada denominado sikharini, arroz dulce, y espesas cremas. Todas estas preparaciones fueron espléndida y decorativamente dispuestas a ambos lados de los vegetales. También se sirvieron numerosos recipientes con aguas de dulces fragancias, que fueron colocados a un lado de Sri Gopala para satisfacer Su sed.

¡JAYA! ¡JAYA SRI GOPALA! ¡TODA GLORIA!
¡TODA GLORIA A SRI GOPALA!’.

Sri Gopala, quien estaba muy hambriento porque había pasado largo tiempo sin comer, aceptó con gran deleite todas las ofrendas. Como nada pasa desapercibido para los devotos del Señor, Madhavendra Puri pudo ver que aunque Sri Gopala felizmente devoró todas las ofrendas, aun así, gracias al contacto de Su mano trascendental, todo permaneció completo para que Sus devotos pudiesen saborearlo. Luego Madhavendra Puri ofreció a Sri Gopala agua fragante para enjuagar Su boca. Finalmente, se llevó a cabo una magnífica ceremonia de adoración, Arati, con el acompañamiento de numerosos
instrumentos musicales y dulces cantos melodiosos. La gente quedó embriagada con la extraordinaria belleza de Sri Gopala, y danzó jubilosamente exclamando: `¡Jaya! ¡Jaya Sri Gopala! ¡Jaya Gopala! ¡Toda gloria! ¡Toda gloria a Sri Gopala!’. Posteriormente, Madhavendra Puri hizo los arreglos necesarios para que el Señor descansara. Con gran satisfacción, las personas allí reunidas hicieron honor al Prasada, los remanentes del Señor. Los habitantes de muchas aldeas vecinas también vinieron para ver a Sri Gopala y fueron suntuosamente bendecidos con Su Prasada.

LA INSONDABLE MISERICORDIA DE SRI GOPALA

Por la inconcebible potencia y la insondable misericordia de Sri Gopala, el asombroso festival de Su instalación, y la sorprendente ceremonia Annakuta, fueron dispuestos y completados en un solo día. Por supuesto, nadie excepto Su devoto amoroso y exclusivo pudo comprender el misterio detrás de todo esto. Todos quedaron embelesados con la gran potencia espiritual que emanaba de Madhavendra Puri. La gente había escuchado que en tiempos de Krsna, la gran ceremonia Annakuta fue realizada espléndidamente y con esmero; pero ahora, por la gracia de Su devoto Sri Madhavendra Puri, tuvieron la oportunidad de presenciarla. Al día siguiente, los habitantes de la aldea comenzaron a llegar en grandes grupos con enormes cantidades de granos, mantequilla clarificada y diversos vegetales. Aunque resulta difícil de concebir, ellos llevaron a cabo otra ceremonia Annakuta para complacer a Sri Gopala, quien la aceptó con supremo deleite y satisfacción. Multitudes de peregrinos provenientes de las aldeas cercanas y de todas partes, invadieron Govardhana simplemente para tener un vislumbre de la extraordinaria belleza de Sri Gopala. Al contemplar el esplendor sumamente cautivador de Sri Gopala, toda la infelicidad y las ansiedades materiales de los peregrinos desaparecían al instante. Los capitalistas de Mathura llevaron incontables regalos para ofrecerlos a Sri Gopala con gran devoción y dedicación. Un acaudalado caballero, perteneciente a la realeza, construyó un templo; otro construyó una cerca alrededor, y otro fabricó diversos utensilios para cocinar.

LOS INCALCULABLES REGALOS

A medida que llegaban los incalculables regalos de oro, plata, sedas, inciensos, aceites esenciales, pasta de sándalo y comestibles variados, los erarios de Sri Gopala aumentaron inconmensurablemente. Cada una de las familias que residía en Vraja
donó una vaca, y de este modo Sri Gopala se convirtió en el propietario de miles de vacas. Los habitantes de Vraja, quienes de manera natural se sienten inclinados a amar a Krsna, se ataviaron con magníficas vestimentas de seda y lucieron adornos brillantes. Acicalaron sus cabellos con aceites fragantes y se decoraron con guirnaldas de flores llenas de colorido. Las damas untaron sus pechos con polvo de kunkuma. Todos adornaron sus frentes con bellas y relucientes marcas de Tilaka y jubilosamente comenzaron a cantar y danzar en círculos frente a la bella Deidad de Sri Gopala. Así, toda la tierra de Vraja se convirtió en un festival de felicidad. Sri Gopala presenció todas estas actividades altamente devocionales, y con Sus deslumbrantes y compasivos ojos llenos de amor, bendijo a cada uno de los presentes expresándoles deseos de dicha y fortuna.

SRI CAITANYA EXCLAMÓ:

Durante la magna celebración, Sri Madhavendra Puri inició a muchas personas. Entre ellas, designó a dos devotos Brahmanas de la provincia de Bengala para que se ocuparan de los servicios diarios a Sri Gopala. Estos devotos sirvieron a Sri Gopala ininterrumpidamente durante dos largos años. La espléndida adoración a Sri Gopala se convirtió en el alma de Vraja, mientras la espectacular concurrencia se incrementaba cada día más. Al presenciar todas las maravillas de Sri Gopala, Madhavendra Puri se sintió sumamente complacido y satisfecho en su corazón”. Sonriendo y lleno de excitación, Sri Caitanya exclamó: “¡Oh, qué servicio el de Sri Madhavendra Puri!”. El Gran Maestro continuó: “Después de un tiempo, Madhavendra Puri tuvo otro sueño sorprendente en el que Sri Gopala apareció ante él y le dijo en un tono muy íntimo y suave: `Oh Puri, Mi cuerpo aún no se ha refrescado y arde debido al abrasante calor. Por favor, trae sándalo de la provincia de Malaya para ungir con él Mi ardoroso cuerpo. Por favor ve de inmediato a Jagannatha Puri’, dijo Sri Gopala con ansiedad. `¡Allí podrás encontrar sándalo! Excepto tú, no hay nadie que pueda hacer esto por Mí. Por tanto, ¡debes hacerlo!’. Tan pronto como concluyó los arreglos necesarios para la adoración de Sri Gopala y encomendó a los sacerdotes Brahmanas varios deberes, Madhavendra Puri emprendió viaje para Bengala Oriental con gran felicidad. Llegó entonces al hogar de Advaita Acarya en Santi-pura. Al ver el amor extático por Dios y las maravillosas cualidades divinas manifiestos en Madhavendra Puri, Advaita Acarya imploró que le iniciara.
Después de iniciar a Advaita Acarya, Madhavendra Puri continuó su travesía, y desde Bengala Oriental llegó aquí, a Remuna, donde quedó maravillado con la sorprendente belleza de la Deidad de Gopinatha. La encantadora exquisitez de Sri Gopinatha le hizo cantar y danzar espontáneamente con gran éxtasis en los corredores del templo. Al observar los excelentes arreglos que se hacían para las deliciosas preparaciones ofrecidas a la Deidad, pensó: `¡Seguramente sólo se le ofrecen las mejores preparaciones! Preguntaré al sacerdote qué clases de alimentos cocinan para Sri Gopinatha, para poder ofrecer unos similares a mi Gopala’. Al preguntárselo, el sacerdote explicó con detalle las preparaciones que solían ofrecerse al Señor: `En las noches le servimos doce recipientes de Amrta-keli, una nectarina leche condensada dulce. Este Amrta-keli, el famoso Ksira de Gopinatha, no se ofrenda en ninguna otra parte del mundo’.

EL AMRTA-KELI

Mientras Madhavendra Puri escuchaba atentamente la explicación acerca de la preparación del Amrta-keli, un sacerdote Brahmana llevó ese dulce y lo colocó frente a la Deidad. Al ver el exquisito manjar, Madhavendra Puri pensó: `Si tan solo pudiese degustar este Amrta-keli aunque fuese una vez, yo también podría prepararlo para ofrecerlo a mi Gopala’. Después de pensar así, Madhavendra Puri se sintió muy avergonzado por haber querido probar la preparación antes de que fuese ofrecida a la Deidad. De inmediato sojuzgó la mente y la enfocó en el Señor Visnu. Mientras meditaba en el Señor Visnu, se dio cuenta de que la ofrenda había concluido y que la acostumbrada ceremonia de Arati había comenzado. Un Paramahamsa como Madhavendra Puri, un devoto tan excelso que se le compara con un cisne, no tiene apego alguno y es completamente indiferente hacia los conceptos materiales. Como tal, Madhavendra Puri sólo comía si alguien le ofrecía alimentos; de lo contrario, ayunaba. Sintiéndose plenamente satisfecho con su servicio a Krsna, el hambre y la sed materiales no le perturbaban. Por consiguiente, cuando sintió deseos de probar un poco de la leche condensada dulce ofrecida a la Deidad de Gopinatha, realmente consideró que había incurrido en una grave ofensa contra el Señor. Pensando de esta manera, Madhavendra Puri abandonó el templo de inmediato y se dirigió a un mercado de la aldea donde comenzó a cantar los santos nombres. Entre tanto, después de haber acostado a la Deidad, el sacerdote Brahmana también se retiró a descansar.

EL SACERDOTE TUVO UN SUEÑO

Mientras estaba profundamente dormido, el sacerdote tuvo un sueño sorprendente con Sri Gopinatha. `Por favor levántate y abre la puerta del templo’, dijo la Deidad de Gopinatha. `Escondí un recipiente de leche condensada dulce detrás de la cortina para Mi devoto Madhavendra Puri. Gracias a Mis trucos, no pudiste advertirlo antes. Encontrarás a Mi devoto en el mercado cercano, cantando los santos nombres. Por favor ve de inmediato y llévale este Amrta-keli’. El sacerdote del templo despertó extrañado, y después de darse un baño siguió las instrucciones de Sri Gopinatha. Para su gran sorpresa, encontró el recipiente de leche condensada dulce exactamente en el lugar donde Sri Gopinatha le había indicado. Retiró el recipiente, limpió el lugar donde había estado escondido, y luego corrió hacia la aldea en busca de Madhavendra Puri. En cada puesto del mercado, gritaba: `Aquel que lleve por nombre Madhavendra Puri, por favor acérquese y reciba este recipiente de Amrta-keli, leche condensada dulce, que es remanente de Gopinatha. Sri Gopinatha robó este recipiente de Amrta-keli para ti’. Al no recibir respuesta, el sacerdote gritó de nuevo: `¡Oh Madhavendra Puri! ¡Eres la persona más afortunada en todo el universo! ¿Dónde estás? Por favor ven a reclamar tu recipiente de leche condensada dulce y saborea este Prasada de Sri Gopinatha para el pleno deleite de tu corazón’.

SUBYUGADO POR EL PROFUNDO AMOR EXTÁTICO HACIA KRSNA

Al escuchar esta inesperada invitación, Madhavendra Puri se acercó al sacerdote y se identificó. El sacerdote le entregó el recipiente de leche condensada dulce y se postró cuan largo era a sus pies, ofreciéndole sus humildes respetos. El sacerdote relató entonces detalladamente la historia de cómo Gopinatha había robado la leche condensada dulce, Amrta-keli, para favorecer a Madhavendra Puri. Al escuchar esta fascinante historia, Madhavendra Puri enmudeció; quedó subyugado por el profundo amor extático hacia Krsna y las lágrimas manaron de sus ojos. Al observar estos síntomas de éxtasis en Madhavendra Puri, el sacerdote se llenó de admiración y pensó: `Ahora puedo comprender por qué Krsna se siente tan obligado con él’. Reflexionando de esta manera, el sacerdote ofreció sus respetos una vez más postrándose a sus pies, y regresó al templo.
Madhavendra Puri aceptó la leche condensada dulce, Amrta-keli, con gran placer. Después, lavó el recipiente y lo rompió en numerosos pedazos que ató en la parte superior de sus vestimentas. Todos los días comía un trocito del recipiente de barro mientras pensaba: Krsna
bondadosamente me ha dado este Amrta-keli, pero si la gente de la aldea se entera de esta asombrosa noticia, sin duda alguna vendrán a asediarme. Por consiguiente, es mejor que abandone este lugar lo antes posible’. Así, desde el lugar en que se encontraba ofreció sus humildes reverencias a la Deidad de Gopinatha y abandonó Remuna en el acto.

MADHAVENDRA PURI LLEGÓ A JAGANNATHA PURI

Después de andar errante por algún tiempo, Madhavendra Puri llegó a Jagannatha Puri. Cuando vio el rostro de luna del Señor Jagannatha, se sumergió en su amor extático por Dios. Comenzó a cantar y a danzar jubiloso frente al Señor. En oportunidades reía como un demente, y a veces incluso caía al suelo inconsciente, y otras, se levantaba. La gente que sabía de su fama comenzó a abarrotar el templo y quedaba atónita al ver el dulce amor extático y la consagración de Madhavendra Puri. Aunque había salido precipitadamente de Remuna por temor a ser notorio debido al privilegio que se le dispensó, la fama de su devoción a Krsna le seguiría dondequiera que fuese. Sin embargo, recordando el servicio que le había encomendado Sri Gopala, Madhavendra Puri relató toda la historia a los sirvientes de Jagannatha y a los demás devotos allí presentes. Cuando los devotos de Jagannatha Puri escucharon que Sri Gopala deseaba sándalo, todos quisieron ayudar a Madhavendra Puri. Con gran placer, los consagrados devotos se dieron a la tarea de recolectar sándalo por doquier, y los que conocían a los oficiales gubernamentales solicitaron su autorización para llevar el alcanfor y el sándalo fuera de los límites de Orissa. Se designó a un Brahmana y a un sirviente para que ayudasen a Madhavendra Puri a transportar el sándalo hasta Vrndavana. También le ayudaron con los gastos de viaje. Finalmente, le otorgaron todos los documentos gubernamentales necesarios para atravesar la frontera y pasar por los oficiales de impuesto.

MADHAVENDRA PURI INICIÓ SU VIAJE DE REGRESO A VRNDAVANA

De este modo, Madhavendra Puri inició su viaje de regreso a Vrndavana con la pesada carga del sándalo. En el camino, pasó de nuevo por el templo de Gopinatha en Remuna. A su llegada al templo, Madhavendra Puri comenzó a cantar y a danzar con gran júbilo. Se postró una y otra vez, y derramó lágrimas de gozo ante el magnánimo Señor Gopinatha. Después, los sirvientes de Gopinatha le ofrecieron
Prasada, remanentes de la Deidad, y le pidieron que pernoctara allí. Esa noche, Sri Gopala se le apareció en sueños una vez más y le dijo afectuosamente: `¡Oh Puri! Ya he aceptado el alcanfor y el sándalo que tú has recolectado. Ahora, por favor ralla todo el sándalo y unge el cuerpo de Gopinatha con él hasta que se agote’. Sri Gopala continuó: `No hay diferencia entre Mi cuerpo y el de Gopinatha. En realidad, somos uno y el mismo. Así, al aplicar el sándalo sobre el cuerpo de Gopinatha, simultáneamente estarás ungiéndolo en Mí, y al hacerlo, la ardorosa sensación en Mi cuerpo sin duda alguna desaparecerá’.

¡POR FAVOR USEN ESTE SÁNDALO PARA UNGIR EL CUERPO DE SRI GOPINATHA!

De inmediato, Madhavendra Puri llamó a los sirvientes de Gopinatha, y dijo: `¡Por favor usen este sándalo para ungir el cuerpo de Sri Gopinatha! Si este sándalo y este alcanfor son aplicados sobre Gopinatha, la sensación de calor en el cuerpo de mi Gopala indudablemente desaparecerá de inmediato. ¡Por favor hagan este servicio por mí todos los días! El mandato del Supremo Señor es sumamente poderoso y debe ser cumplido sin demoras’. Al escuchar las palabras de Madhavendra Puri, los sirvientes de Gopinatha se sintieron muy complacidos, y aplicaron diariamente la pasta de sándalo de dulce fragancia sobre el cuerpo de la Deidad. De este modo, el sándalo se utilizó para ungir el cuerpo de Gopinatha hasta que toda la existencia se agotó. Madhavendra Puri permaneció en el templo de Sri Gopinatha hasta que este servicio fue concluido.
Después de algún tiempo, al final del verano, Madhavendra Puri regresó a Jagannatha Puri, donde permaneció toda la temporada de Catur-masya, los cuatro meses de la época de lluvia”. El Gran Maestro Sri Caitanya continuó: “No hay en los tres mundos un alma más afortunada que Madhavendra Puri. Él es tan dichoso que Krsna, sintiéndose sumamente complacido con su amoroso y trascendental servicio, apareció ante él personalmente con el pretexto de llevarle leche. Krsna apareció como Sri Gopala y aceptó los maravillosos servicios que Madhavendra Puri le ofreciera. Krsna, desde el interior, despertó en Madhavendra Puri el deseo de saborear la leche condensada dulce que se le ofrece a Gopinatha, quien robó el recipiente con Amrta-keli y sumergió a Madhavendra Puri en un ilimitado océano de gozo. Por esa acción, la Deidad se hizo famosa como Ksira-cora Gopinatha, el ladrón de leche condensada de Remuna”. El Gran Maestro prosiguió: “Sri Gopala en persona aligeró para Madhavendra Puri la tarea de transportar el sándalo y el alcanfor a través de las provincias gobernadas por musulmanes malvados,
permitiéndole aplicar toda la existencia de sándalo sobre el cuerpo de Gopinatha. Subyugado por Sri Gopala, Sri Madhavendra Puri cantó, danzó y cayó al suelo inconsciente, experimentando un insondable amor por Krsna”.

UNA CARGA DE AMOR

Sri Caitanya continuó: “Sin tomar en consideración su propia conveniencia, Madhavendra Puri se dispuso a transportar ochenta y dos libras de sándalo y ocho onzas de alcanfor para ungir el cuerpo de Su Deidad Sri Gopala. Estaba dispuesto a llevar esta carga de amor desde Orissa hasta Vrndavana, con gran entusiasmo devocional, pero nuevamente fue instruido por Sri Gopala para ungir la pasta de sándalo en el cuerpo de Gopinatha. No estaba muy deseoso de atravesar las provincias de los mahometanos, porque ellos tenían fuertes restricciones que prohibían el contrabando de sándalo por la frontera. Sin embargo, por la gracia de Sri Gopala, se libró de tener que enfrentar a los oficiales musulmanes. Completamente extasiado, Madhavendra Puri sólo meditaba en el placer de llevar la pesada carga de sándalo hasta Vrndavana para complacer a su Señor Sri Gopala. Aunque no tenía un centavo, estaba preparado para enfrentar a los colectores de impuestos sin miedo, meditando únicamente en el placer del servicio de transportar la pesada carga de sándalo hasta Vrndavana para satisfacer a Su Señor”.

LA PROFUNDIDAD DE SU AMOROSA ACTITUD DE SERVICIO A KRSNA

Este es el comportamiento natural de un devoto que ama a Krsna intensamente”, comentó el Gran Maestro Sri Caitanya. “El devoto no piensa en su comodidad, en su propio interés, o en los inconvenientes que pueda confrontar en el servicio divino al Señor. Su único deseo es servirle en cualquier circunstancia”. Sonriendo trascendentalmente, el Gran Maestro continuó: “Para someter a prueba la intensidad del amor de Madhavendra Puri y la profundidad de su amorosa actitud de servicio a Krsna, Sri Gopala le ordenó ir a la provincia de Orissa a buscar ochenta y dos libras de sándalo. Más adelante, sumamente satisfecho y plenamente complacido, Sri Gopala alivió sus dificultades y colmó el almacén de su felicidad concediéndole el placer de ungir con ese sándalo el cuerpo de Sri Gopinatha”. Sri Caitanya prosiguió: “Semejante comportamiento extraordinario desplegado en el servicio amoroso entre el devoto y el Señor, es completamente trascendental. Los hombres comunes jamás tendrán la capacidad para comprenderlo”.

LA MÁS VALIOSA Y EXQUISITA JOYA

Después de expresarse así, el Gran Maestro Sri Caitanya recitó el famoso verso que Madhavendra Puri solía cantar y luego dijo: “Así como el aroma del sándalo se intensifica al rallarlo, similarmente, al meditar sobre este verso cantado por Madhavendra Puri, su potencia se incrementa. Es como la gema Kaustubha, la más valiosa y exquisita joya que domina el plateado pecho de Maha-Visnu”. Al decir esto, el Gran Maestro Sri Caitanya cayó en un arrobamiento profundo y agregó: “En realidad, este verso fue recitado por Sri Radha a Su amado Krsna. En efecto, sólo por la gracia de Sri Radha pudo manifestarse en las palabras de Madhavendra Puri. Hacia el final de su vida, él recitaba este bello verso una y otra vez. Su cuerpo era totalmente bañado por las lágrimas que manaban incesantes de sus ojos, mientras exhibía los síntomas del profundo amor que se experimenta en la separación, exclusivos de esos excelsos e intensos niveles del apego amoroso. En el humor de Sri Radha en Sus más profundos sentimientos de amor en la separación, Madhavendra Puri repetía continuamente: `¡Oh misericordioso Señor de mi corazón! ¡Oh Señor de Mathura! ¿Cuándo habré de verte otra vez? ¡Debido a que no puedo verte, y agobiado por la separación de Ti, mi corazón está desolado! ¡Oh Mi amadísimo! ¿Qué haré ahora? ¡Por favor dime! ¿Qué debo hacer? ¿Cuándo habré de encontrarte otra vez?’. Así, recitando este verso, el renombrado y consagradísimo Madhavendra Puri alcanzó el destino supremo, el amor por Krsna, siguiendo el sentimiento de Su devota más excelsa, Sri Radha”.

¡OH MISERICORDIOSO! ¡OH EL MÁS MISERICORDIOSO!

Sri Caitanya no pudo recitar el verso completo. Apenas alcanzó a decir: “¡Ayi dina! ¡Ayi dina! ¡Oh misericordioso! ¡Oh el más misericordioso!” Cuando el Gran Maestro recitó esa línea del bienaventurado verso, comenzó a derramar incesantes lágrimas de amor en separación. Sin poder controlarse, perdió el conocimiento. Al recuperarlo, corrió por todas partes emitiendo distintos sonidos retumbantes. Cantó y danzó al tiempo que Su dorado cuerpo, espléndidamente radiante, se movía como un gran torbellino. Sus largos y gráciles brazos extendidos se mecían bella y expertamente, bendiciendo a todos los presentes con infinito amor por Dios. Su semblante se adornaba con lágrimas de gozo, y Sus negros ojos de loto destellaban llenos de compasión. A veces reía y a veces lloraba. Temblores, transpiración, lágrimas de gozo, conmoción, palidez extrema, desencanto, displicencia, pérdida de la memoria, orgullo, júbilo, humildad… todos estos síntomas comenzaron a manifestarse
simultáneamente en el cuerpo del Gran Maestro Sri Caitanya. Indudablemente, este verso encantador abrió las puertas del amor extático en el corazón de Sri Caitanya. Los sirvientes de Ksira-cora Gopinatha se maravillaron ante la danza jubilosa de Sri Caitanya, y quedaron sorprendidos y estupefactos.

ASUMIENDO LA POSICIÓN DE UN DEVOTO

Después de acostar a las Deidades, el sacerdote del templo trajo doce recipientes de leche condensada dulce y los colocó delante del Gran Maestro. Él reservó cinco recipientes de esa nectarina leche condensada para alimentar a Sus compañeros, y devolvió los restantes. Como Sri Caitanya no es diferente de Gopinatha, Él ya había degustado el Amrta-keli. Sin embargo, para saborear otros sentimientos devocionales, extasiado tomó de la leche condensada contenida en estos recipientes, asumiendo la posición de un devoto. El Gran Maestro y Sus devotos le hicieron honor al Amrta-keli con inmenso placer. Él pasó toda la noche en el templo, dedicado al canto de los santos nombres en congregación. La mañana siguiente, después de presenciar la ceremonia que se ofrece a Gopinatha al despuntar el día, el Gran Maestro abandonó Remuna.