AnL. 03. LAS GLORIAS DE SANATANA

EL GRAN MAESTRO SRI CAITANYA LE ABRAZÓ

 

A pesar de las vehementes protestas de Sanatana, el Gran Maestro Sri Caitanya le abrazó, dándole la más cordial bienvenida. El Gran Maestro Sri Caitanya iba todas las mañanas a visitar a Hari-dasa y a Sanatana, y pasaba deliciosos momentos en su compañía, tratando temas trascendentales. Un día, el Gran Maestro dijo de improviso: “Sanatana, tú no puedes alcanzar a Krsna simplemente por abandonar ese cuerpo. Sólo puedes llegar a Él a través del servicio devocional amoroso. El suicidio, buscar la muerte intencionalmente, es señal característica de Tamas, la cualidad de la ignorancia, y jamás conduce a los divinos pies del Señor Supremo. Únicamente la devoción puede generar amor, y sólo el amor puede atraer a Krsna hacia un devoto. Así que abandona tu necia idea y dedícate a conocer Sus espléndidas e ilimitadas glorias y canta las alabanzas de Sus santos nombres. El hecho de haber nacido en una clase social baja, no incapacita a un hombre para servir al Señor Supremo; y por haber tenido un nacimiento elevado, un Brahmana no necesariamente es apto para Su servicio. Quien le sirve con amor y devoción, verdaderamente es un gran hombre. Por el contrario, aquel que no posee sumisión, fidelidad y devoción, en verdad es despreciable. La adoración a Krsna no admite discriminación de color, credo o clase social. Él otorga Su gracia más pródigamente al pobre, que al rico o al erudito”.

ESTE MÉTODO DE ADORACIÓN

El Gran Maestro continuó: “Entre las distintas formas de adorar a Krsna la mejor y más recomendable es el canto de Sus santos nombres. Este método de adoración es impecable y a través de él, uno puede lograr fácilmente y sin riesgos, el amor por el Supremo Señor Krsna”. Sanatana se postró entonces a los pies del Maestro y exclamó: “¡Soy el más vil entre los hombres! ¿Qué ganarás manteniéndome con vida?” Firme pero afectuosamente, el Gran Maestro respondió: “Tú te has consagrado a Mí y por lo tanto tu cuerpo realmente es Mío. ¿Por qué deseas destruir la propiedad ajena? Yo utilizaré tu cuerpo para realizar incontables servicios. Tienes que escribir acerca de las cualidades de los devotos, de la devoción y del amor por Krsna. Tienes que establecer las diversas categorías de devotos, sus deberes obligatorios y costumbres. Debes identificar los lugares sagrados donde se llevaron a cabo los pasatiempos de Radha y Krsna en Mathura y Vrndavana, los cuales son muy queridos para Mí. Yo quería difundir Mis enseñanzas en Vraja, pero por instrucción de Mi madre, me veo obligado a permanecer en Puri. Por consiguiente, tendrás que realizar en Mí nombre todas estas tareas tan importantes. Tu cuerpo es el instrumento de Mis acciones. Así pues, ¿cómo voy a tolerar tu idea de destruirlo?”. Con profunda humildad, Sanatana contestó: “Haré exactamente lo que Tú me ordenes”.

SANATANA PERMANECIÓ CON EL GRAN MAESTRO

El Gran Maestro Sri Caitanya le presentó a Sanatana todos los devotos de Bengala. Como era su costumbre, éstos regresaron a Bengala después de cuatro meses, pero Sanatana permaneció con el Gran Maestro. Cierta vez, Sanatana tomó el sendero de la playa, por ser éste más corto, para acudir al llamado de Sri Caitanya. Las ardientes arenas del verano formaron ampollas en sus pies, pero haciendo caso omiso del dolor físico, se apresuró para encontrarse con el Gran Maestro. Cuando Éste vio las ampollas en los pies de Sanatana, preguntó qué había sucedido. Notando las ampollas en sus pies, Sanatana contestó: “No quise tomar el sendero sombreado por temor a que alguien pudiese tocarme”. El Gran Maestro se sintió muy complacido con la humildad, la devoción y el autocontrol de Sanatana. Una vez más, a pesar de sus vivas protestas, el Gran Maestro le abrazó. El cuerpo del Gran Maestro Sri Caitanya se untó en diferentes partes con el pus que emanaba de las llagas de Sanatana. Sanatana se afligió sobremanera y buscó el consejo de Jagadananda Pandita, amigo y compañero íntimo del Gran Maestro Sri Caitanya. Le explicó que a pesar de sus súplicas, no podía evitar que el Gran Maestro le abrazara. Jagadananda Pandita aconsejó entonces a Sanatana que regresara a Vraja-Vrndavana después del festival de las carrozas del Señor Jagannatha, y agregó: “El Gran Maestro desea que te establezcas en Vrndavana”. Al día siguiente, Sri Caitanya fue a visitarle como de costumbre, y una vez más abrazó a Sanatana por la fuerza. Sanatana imploró: “¡Por favor, no me toques! Para evitar esta situación, Jagadananda Pandita me ha aconsejado regresar a Vrndavana después del festival de las carrozas del Señor Jagannatha”.

EL GRAN MAESTRO SRI CAITANYA SE ENOJÓ MUCHO

El Gran Maestro Sri Caitanya se enojó mucho por el consejo de Jagadananda Pandita, y dijo: “¿Jaga, un enano, tiene la osadía de aconsejarte de esa manera? En asuntos trascendentales, tú eres como su Guru, ¿y se atreve a decirte cómo debes comportarte? Tú incluso puedes instruirme a Mí, ¿y ese necio piensa que te puede instruir?” Sanatana se postró a los pies del Gran Maestro y dijo con humildad: “Jagadananda es verdaderamente afortunado. Ahora sé que Tú lo aceptas como uno de Tus íntimos, pero a mí me tratas con suma formalidad y respeto”. “¡No! ¡No! No es cierto que Jagadananda sea más querido para Mí que tú”, contestó el gran Maestro. “Tú eres muy versado en las Escrituras. Si se le compara contigo, Jagadananda todavía es un niño. Su conducta ha sido muy impertinente y no puedo tolerar semejante insolencia. Tu cuerpo no está hecho de elementos materiales ordinarios, sino que es Aprakrta, completamente espiritual. El sentido de discriminación entre el bien y el mal, sólo es una ilusión de la mente. Yo soy un monje. Para Mí, no hay diferencia alguna entre el sándalo y el lodo. Cuando una madre limpia a su niño, jamás toma en consideración el hedor del excremento. El cuerpo de un devoto exclusivo jamás es material”. El Gran Maestro Sri Caitanya prosiguió: “En el momento de la iniciación, cuando el devoto se entrega por completo al servicio del Señor, Krsna le acepta como si fuese Él mismo. El cuerpo del devoto entonces se vuelve espiritual, eternamente lleno de conocimiento y bienaventuranza. Con ese cuerpo trascendental, él ofrece servicio a los pies de loto del Señor, y de ese modo se vuelve apto para disfrutar de la bienaventuranza espiritual que se deriva de los intercambios amorosos con Krsna, el Dulce Absoluto”.

KRSNA LE ENVIÓ AQUÍ PARA PROBARME

El Gran Maestro Sri Caitanya se dirigió entonces a Hari-dasa, quien había mediado en favor de Sanatana: “Krsna puso estas llagas en el cuerpo de Sanatana y le envió aquí para probarme. Si Yo hubiese rechazado a Sanatana, si no lo hubiese abrazado, ciertamente Me habría castigado. En verdad, Sanatana es uno de los asociados de Krsna. Cuando Yo le abrazo, percibo la dulce fragancia de la pasta de sándalo mezclada con alcanfor y aceites esenciales de almizcle”. Después de estas palabras, el Gran Maestro Sri Caitanya abrazó a Sanatana una vez más y dijo: “¡Mi querido Sanatana! ¡Por favor no te aflijas tanto! Cuando te abrazo, en realidad experimento un gran placer. Tú debes permanecer en Jagannatha Puri por lo menos durante un año, y después te enviaré a Vrndavana”. Al decir esto, el Gran Maestro nuevamente abrazó a Sanatana. El escozor y la supuración de sus llagas desaparecieron de inmediato, y todo su cuerpo se tornó de color dorado. Al observar esta maravilla de maravillas, Hari-dasa se llenó de asombro y dijo: “¡Mi Señor! Indudablemente éste es uno de Tus pasatiempos divinos. Tú permitiste que Sanatana bebiera las aguas contaminadas de la selva de Jharikhanda, las cuales ocasionaron en su cuerpo esas llagas purulentas. De ese modo, probaste a tu devoto Sanatana y enseñaste a todos que el cuerpo de Tu devoto exclusivo es divino. ¿Quién puede comprender Tus trascendentales pasatiempos?”.

SE SUMERGIÓ EN LAS MAGNÁNIMAS CUALIDADES DIVINAS DEL GRAN MAESTRO

Después de abrazar a Hari-dasa y a Sanatana, el Gran Maestro regresó a Su residencia. Sanatana permaneció en Puri durante un año, bajo el cuidado de Sri Caitanya, y junto a Hari-dasa se sumergió en las magnánimas cualidades divinas del Gran Maestro. Después del Festival de Holi, en el cual se conmemora un pintoresco pasatiempo de la bella Radha y de Krsna, el Divino Maestro Sri Caitanya instruyó ampliamente a Sanatana acerca de sus servicios en Vraja-Vrndavana, otorgándole bendiciones plenas, y luego se despidió de él. Sanatana decidió viajar nuevamente a través de la selva de Jarikhanda, pero esta vez Balabhadra Bhattacarya le indicó las rutas, aldeas, ríos y montañas donde el Gran Maestro llevó a cabo Sus pasatiempos. Sumergido en éxtasis y con gran placer, Sanatana siguió el mismo sendero que recorriera el Gran Maestro y llegó a su destino sin contratiempos. Poco después, Rupa regresó de Bengala, y el Gran Maestro Sri Caitanya le envió a Vraja para reunirse con Sanatana, su hermano mayor. Los dos hermanos se establecieron en Vrndavana y emprendieron sus servicios, tal como se lo había ordenado su Maestro Sri Caitanya. Ellos compilaron varios libros maravillosamente poderosos, excavaron muchos lugares de peregrinaje perdidos, y establecieron muchos templos para la adoración del Señor Krsna. Más tarde, Jiva, el hijo de Anupama, el hermano menor de Rûpa y Sanatana, se unió a ellos. Entre los tres construyeron la superestructura de la filosofía Gaudiya, de conformidad con los planos trascendentales delineados por el Gran Maestro Sri Caitanya, sobre las firmes bases del amor por Krsna con el sentimiento de la bella Sri Radha, tal y como lo ilustrara con Su propio ejemplo el Gran Maestro Sri Caitanya.