ML. 04. SAKSI GOPALA, LA DEIDAD TESTIGO

EL MAESTRO Y LOS DEVOTOS CONTINUARON VIAJE

Después de viajar por algún tiempo, el Gran Maestro Sri Caitanya llegó a Yajpura, a orillas del río Vaitarani, y allí ofreció Sus respetos a la Deidad de Varahadeva. Después de pasar una noche en el Templo de Varahadeva, el Maestro y los devotos continuaron viaje y llegaron al pueblo de Kataka, donde reside la famosa Deidad de Saksi Gopala, el Señor Gopala que hizo el papel de testigo. En éxtasis, embelesado con la cautivadora belleza de la Deidad, el Gran Maestro Sri Caitanya cantó y danzó triunfalmente, mientras ofrecía incontables oraciones, una y otra vez. Sri Caitanya decidió pasar la noche en el templo del Testigo Divino, Sri Gopala. Nityananda Prabhu, quien viajó por toda India y visitó todos los lugares de peregrinaje, había escuchado de la gente de Kataka la legendaria historia de la famosa Deidad de Saksi Gopala. Esa noche, con supremo deleite trascendental, Sri Caitanya y Sus devotos escucharon de labios de Nityananda Prabhu la sorprendente historia de la Deidad de Gopala.

NITYANANDA PRABHU COMENZÓ A NARRAR LOS PASATIEMPOS

Nityananda Prabhu comenzó a narrar los pasatiempos supremamente excelsos de Saksi Gopala. Él relató que en un lugar llamado Vidyanagara, en el sur de India, vivían dos Brahmanas que realizaron un extenso peregrinaje por los diferentes lugares sagrados de India. Uno de ellos era anciano y rico; el otro, un joven y pobre Brahmana que ofreció al anciano un servicio muy sincero. Juntos visitaron diversos templos sagrados y muchos santificadores lugares religiosos. Primero fueron a Gaya, Benares y Prayaga y luego llegaron a Mathura. Después, visitaron los doce espléndidos bosques de Vrndavana, sus templos y bellas Deidades. Circundaron la gran Colina de Govardhana, uno de los lugares más prominentes y poderosamente purificantes de Vraja-Vrndavana. Por último llegaron al pueblo de Vrndavana. Allí, en la aldea llamada Pañcakrosi, donde actualmente está situado el Templo de Govinda-ji, estaba el Templo de Sri Gopala, cuya adoración era bien conocida por todos los peregrinos debido al excelente servicio que se le ofrecía.

LOS DOS BRAHMANAS VISITARON EL TEMPLO DE SRI GOPALA

Después de darse un baño ritual en el Kesi-ghata del sagrado río Yamuna, los dos Brahmanas visitaron el templo de Sri Gopala. La seductora belleza de Sri Gopala cautivó sus mentes, y decidieron
permanecer allí cuatro días. Poco después, sintiéndose plenamente complacido con el servicio que le ofrecía el joven Brahmana, el anciano dijo: “Gracias a ti no me he fatigado durante este peregrinaje.

LA RECOMPENSA

Tú me has servido sinceramente y me has asistido en mis viajes a muchos lugares santos. En verdad, ni siquiera un hijo hubiese podido ofrecer el tipo de servicio que tú me has dispensado. Realmente, mis propios hijos jamás hubiesen podido dedicarse tanto, y no lo harían con la sinceridad con que tú lo has hecho”. El anciano Brahmana continuó: “Sería muy ingrato si no te recompensara por todo lo que has hecho. Por lo tanto, prometo darte mi hija en matrimonio. Por otra parte, Krsna se siente muy complacido cuando alguien sirve a un Brahmana, y como resultado sus opulencias se multiplican muchas veces. Hijo mío, ¡No dudes de mí!”, declaró sin titubeos. “Ya lo he pensado y he tomado una firme decisión al respecto”.

LE HE SERVIDO ÚNICAMENTE CON EL PROPÓSITO DE COMPLACER A KRSNA

Al escuchar estas alentadoras palabras de labios del anciano Brahmana, el joven replicó: “Por favor recuerde la historia de la Reina Rukmini y su padre Bhismaka. El Rey Bhismaka quiso entregar a su hija Rukmini en matrimonio a Krsna, pero su hijo Rukmi se opuso rotundamente. De manera similar, usted tiene hijos, una esposa consagrada y muchos otros familiares. Sin su consentimiento, no debería hacer promesas de esta naturaleza. Le he servido únicamente con el propósito de complacer a Krsna”.

ACEPTA MI PROPOSICIÓN

“¡No! ¡No! Mi hija me pertenece, y si decido donar aquello que es de mi propiedad, nadie tiene derecho a objetar”, contestó el anciano Brahmana firme y testarudo, y continuó: “Mi querido muchacho, simplemente acepta mi proposición. ¡El consentimiento o la opinión de los demás no tienen importancia! ¡Yo te daré a mi hija y ésa es mi inquebrantable decisión! No debes poner en duda lo que te digo ni por un instante”.

POR FAVOR DILO ANTE LA DEIDAD DE GOPALA

Conmovido por las palabras del anciano Brahmana, el joven contestó: “Si estás seguro de querer entregarme a tu hija en matrimonio, por favor dilo ante la Deidad de Gopala”. Entonces el anciano se inclinó
frente a la Deidad de Gopala y prometió: “¡Mi querido Señor! Por favor, sé testigo de que daré mi hija en matrimonio a este joven Brahmana para recompensar los servicios que él me ha ofrecido en este santo peregrinaje”. El joven Brahmana también se presentó ante la Deidad y dijo: “¡Mi querido Señor! ¡Tú eres mi único testigo! Si esta promesa no se cumple, te llamaré para que declares sobre este asunto”.

EL ANCIANO BRAHMANA RELATÓ LO ACONTECIDO A SUS FAMILIARES

Poco después, los dos Brahmanas regresaron a sus respectivos hogares en Vidyanagara. Transcurrió un tiempo y el anciano Brahmana pensó: “Hice una promesa muy seria en el lugar más sagrado de Vrndavana. Lo que he prometido indudablemente habrá de ocurrir. Por lo tanto, debo revelar esta promesa a mi esposa y demás familiares”. Acto seguido reunió a sus familiares y allegados, y relató todos los detalles de lo acontecido durante su peregrinaje. Al escuchar las inesperadas decisiones del anciano Brahmana, sus familiares se sintieron decepcionados y se pusieron furiosos. Todos, sin excepción, le exigieron que de inmediato retirara su proposición diciendo: “Si entregas tu hija a una familia tan despreciable, se perderán las tradiciones de nuestra familia, nuestros principios religiosos y nuestra aristocracia. Cuando la gente escuche semejante noticia, se mofarán de nosotros y haremos el ridículo. Así que por favor termina con esto lo antes posible”.

“¿CÓMO PUEDO ROMPER UNA PROMESA QUE HICIERA EN UN LUGAR SAGRADO, ANTE LA DEIDAD DE GOPALA?”

Al escuchar todas estas acusaciones, el anciano Brahmana se afligió sobremanera. “¿Cómo puedo romper una promesa que hiciera en un lugar sagrado, ante la Deidad de Gopala? No importa lo que pase, tengo que cumplir la promesa que hiciera al joven Brahmana”, dijo con sobriedad. Su familia continuó argumentando: “¡Muy bien! Si das tu hija a ese desgraciado, romperemos todo vínculo contigo. Si eso llega a suceder, tomaremos veneno para poner fin a nuestras vidas”. Estas amenazas de sus familiares, le inquietaron y sumieron en un océano de dolor. El acongojado Brahmana contestó: “Si rehuso darle mi hija, seguramente él llamara a la Deidad de Sri Gopala para que atestigüe, y se llevará a mi hija por la fuerza. Entonces perderé todos mis méritos religiosos porque mi palabra no tendrá valor alguno”.

NO RECUERDO HABER HECHO ESA PROMESA

Después de escuchar la declaración de su aturdido padre, el hijo del Brahmana argumentó: “Mi querido padre, la Deidad que sirvió de testigo a tu promesa reside muy lejos de aquí. ¿Cómo vendrá a atestiguar en tu contra? ¿Por qué te preocupas tanto?”. El hijo continuó: “El asunto es muy sencillo. No tienes que hacer declaraciones falsas. Simplemente dirás `no recuerdo haber hecho esa promesa’. Yo me haré cargo del resto. Yo venceré a ese desgraciado con mis argumentos y sin duda alguna saldré victorioso de este asunto”.

EL ANCIANO BRAHMANA COMENZÓ A IMPLORAR A SRI GOPALA

Las palabras ingratas y despiadadas de su hijo lograron que el anciano Brahmana abandonara toda esperanza y se fatigara en grado sumo. Se sintió tan desvalido que comenzó a implorar a Sri Gopala: “¡Mi querido Gopala! Me he refugiado en ti. Por favor protege mis principios religiosos de todos estos obstáculos. Por favor impide que mi familia cometa este grave error”. De ese modo, él enfocó toda su atención en el supremamente misericordioso Señor Gopala de Vrndavana.

EL JOVEN BRAHMANA LLEGÓ INESPERADAMENTE

Al día siguiente, temprano en la mañana, mientras el anciano Brahmana meditaba en la Deidad de Gopala, el joven Brahmana llegó inesperadamente a su casa. Después de ofrecer sus humildes respetos a los pies del anciano, el joven Brahmana inquirió: “¿Cómo se encuentra?” “Yo estoy bien, ¿y tú?”, dijo el anciano Brahmana. El joven contestó: “Estoy bien, Señor, pero quiero saber cuál es su decisión con respecto al casamiento de su hija. Usted me ha prometido su hija en matrimonio y su silencio me confunde”.

EL ANCIANO ENMUDECIÓ

Después de escuchar al joven Brahmana, el anciano enmudeció. Mientras tanto, aprovechando la ocasión, el hijo salió con un palo para golpear al joven y gritó ásperamente: “¡Oh desgraciado! ¿Cómo te atreves a querer casarte con mi hermana? Eres como un enano que trata de alcanzar la luna”. Al ver el amenazador ataque del hijo del anciano Brahmana, el joven huyó de aquel lugar. Sin embargo, al día siguiente convocó a todos los habitantes de la aldea a una reunión.

REITERADAMENTE REHUSÉ A SU PROPOSICIÓN

Cuando todos se hubieron reunidos, pidió al anciano Brahmana que se presentara ante la asamblea y relató: “Este caballero, sintiéndose muy complacido con los servicios que le ofrecí mientras nos encontrábamos de peregrinaje, prometió darme su hija en matrimonio. Reiteradamente rehusé aceptar su proposición. Le dije además que él era un erudito perteneciente a una rica y aristocrática familia; que por el contrario, yo era un Brahmana pobre y que en cualquier caso, su familia jamás aceptaría esa proposición”.

ESTA PROMESA CAUSARÁ GRAN PERTURBACIÓN

El joven continuó: “Yo le dije: `Esta promesa causará gran perturbación en tu familia, y presionado por ella, no podrás cumplirla’. A pesar de advertirle sobre las dificultades que enfrentaría con su familia, él continuó insistiendo y reiterando: `¡Ella es mi hija y te la entregaré a ti! ¿Quién puede impedírmelo? Ella es mi propiedad y es mi deseo dártela, ¡tú debes aceptarla!'”.

YO ACEPTÉ A LA DEIDAD DE SRI GOPALA COMO TESTIGO

El joven Brahmana continuó: “¡Por favor, escuchen todos! En ese momento, yo le pedí que hiciera la promesa ante la Deidad de Sri Gopala de Vrndavana. Él así lo hizo, diciendo frente a la Deidad: `¡Mi querido Señor! Por favor sé testigo de esta proposición: He ofrecido mi hija en matrimonio a este Brahmana; por favor vela porque cumpla mi palabra’. Sin embargo, después de haber hecho esta promesa, ahora rehusa cumplirla”. El joven Brahmana continuó: “Yo también acepté a la Deidad de Gopala como testigo y le dije: `Si en el futuro este Brahmana rompe su promesa, te llamaré como testigo’. Por consiguiente, habré de llamar al Supremo Señor para que testimonie en este asunto. Así, el mundo entero aceptará la palabra del Señor Supremo en Su forma de Deidad”. Después de escuchar la declaración del joven, los lugareños aconsejaron al anciano Brahmana: “Si has empeñado tu palabra de honor frente a la Deidad, y si tomaste la decisión de entregar tu hija a este joven, entonces ¿por qué no cumples tu promesa?”.

EL ANCIANO BRAHMANA SE DEFENDIÓ

Tímidamente, pero con mucha habilidad, el anciano Brahmana se defendió: “Por favor escuchen lo que tengo que alegar. A decir verdad, no recuerdo haber hecho semejante promesa”. Aprovechando la oportunidad, el descarado hijo del anciano se aproximó a la
muchedumbre y dijo: “Este hombre es un ladrón. Mientras realizaba el peregrinaje, mi padre llevaba consigo mucho dinero. Con el propósito de quedarse con el dinero, le administró alguna droga y le robó. Ahora afirma que mi padre prometió entregarle su hija”. El hijo continuó: “Todos los aquí presentes deben juzgar por sí mismos si es conveniente ofrecerle mi hermana a este bribón”. Esta declaración infiltró la duda en las mentes de las personas allí congregadas. Ellos pensaron: “Es muy probable que un Brahmana abandone sus principios religiosos cuando tiene necesidad de dinero”.

LLAMARÉ AL SEÑOR SUPREMO PARA QUE SE PRESENTE COMO TESTIGO

Después de escuchar los falsos argumentos del desvergonzado hijo, el joven Brahmana explicó: “Este caballero de avanzada edad, no tiene deseo alguno de incumplir su promesa. Sin embargo, por gran temor a sus familiares, ahora se desvía de sus principios religiosos y de la verdad. Él es un hombre honesto y ha acumulado muchos méritos piadosos mediante el cumplimiento de sus principios religiosos. Por la fuerza de sus méritos piadosos, llamaré al Señor Supremo para que se presente como testigo, y así protegeré su palabra de honor”. No había terminado de hablar, cuando el joven Brahmana partió hacia Vrndavana.

EL JOVEN BRAHMANA SE ACERCÓ A LA DEIDAD DE SRI GOPALA

Algún tiempo después, el joven Brahmana llegó y se acercó a la Deidad de Sri Gopala, hablándole como sigue. “¡Mi querido Señor! Por favor escucha mi humilde súplica. ¡Eres tan misericordioso! Eres el protector de los principios religiosos y de la cultura brahmínica, por favor protege los principios religiosos y el honor de estos dos Brahmanas”. El joven prosiguió orando: “¡Mi querido Señor! Al aceptar a su hija como esposa no estoy buscando la felicidad; tampoco es mi intención hacerme rico pasando a formar parte de una familia aristocrática y adinerada. Mi única preocupación es que ese anciano Brahmana haya roto su promesa, y eso me causa mucho dolor. ¡Mi querido Señor! Tú conoces todas las cosas”. El joven Brahmana hablaba con el Señor de una manera muy personal, como si conversara con un hombre común y corriente. Por último añadió: “Tú sabes todo esto mi Señor, así que por favor ven a testificar sobre este asunto. Aquel que lo sabe todo y aun así no da testimonio, incurre en pecado”.
Al escuchar las desafiantes palabras del joven, la Deidad de Sri Gopala, quien no es diferente del Señor Krsna, le propuso: “Mi querido Brahmana, regresa a tu aldea y convoca a todos a una reunión. En esa asamblea, trata de meditar en Mí. Si así lo haces, sin duda alguna yo apareceré allí para testificar, y al hacerlo, protegeré el honor de ambos”. El joven Brahmana manifestó con cierta exigencia: “Mi querido Señor, aun cuando te presentes allí en Tu forma de Visnu con cuatro brazos, nadie creerá Tus palabras. La gente sólo prestará oídos a Tu declaración si vas allí en esta forma, como el Gopala de Vrndavana, y escucha el testimonio directamente de Tu boca de loto”, Sri Gopala dijo: “Jamás supe de una Deidad que pudiese trasladarse de un lugar a otro”. A lo que el joven replicó: “¡Es cierto mi Señor! Pero aunque eres una Deidad, estás hablando conmigo. Si puedes hablar, ¡ciertamente podrás caminar!”. Y prosiguió: “Mi Señor, Tú no eres una estatua, realmente eres el hijo de Nanda Maharaja. Por tanto, sin duda alguna podrás hacer esto por el bien del anciano Brahmana. Podrás caminar aunque jamás lo hayas hecho”.

! IRÉ CONTIGO, CAMINARÉ EN POS DE TI; PERO NO TRATES DE MIRAR HACIA ATRÁS PARA VERME!

Al escuchar las alentadoras palabras del joven Brahmana, el Señor replicó sonriente: “Escucha, ¡oh Brahmana! Iré contigo, caminaré en pos de ti; pero no trates de mirar hacia atrás para verme. Si lo haces, me detendré en ese mismo lugar”. La Deidad de Sri Gopala continuó: “Sabrás que camino tras de ti por el sonido de las campanillas de Mis ajorcas. Todos los días cocinarás para Mí un kilogramo de arroz y me lo ofrecerás. Yo aceptaré ese arroz como alimento y te seguiré de cerca todo el camino”. La mañana siguiente, después de obtener el permiso de Sri Gopala, el joven emprendió su viaje. Cocinó el arroz para Sri Gopala y, aceptando felizmente la ofrenda, Sri Gopala comenzó a seguirle.

EL SONIDO DE LAS CAMPANILLAS DE LAS AJORCAS DE SRI GOPALA

Mientras caminaban, el Brahmana escuchaba el sonido de las campanillas de las ajorcas de Sri Gopala y le complació sobremanera que la Deidad le estuviese siguiendo fielmente. Después de caminar durante algún tiempo, llegaron a la aldea de Vidyanagara. Al acercarse a la aldea, el joven Brahmana pensó: “Ahora que he llegado a mi aldea, iré a casa y anunciaré que el Señor ha venido para servir como testigo”.
A continuación pensó: “Si la gente no ve a Sri Gopala con sus propios ojos, jamás creerán mi palabra. De manera que si Sri Gopala se detiene aquí, no hay por qué temer”.

¡GOPALA ESTÁ AQUÍ!

Mientras pensaba de esta manera, se volvió para mirar hacia atrás. Para su gran sorpresa, pudo ver a la fascinante Deidad de Sri Gopala parada frente a él, sonriéndole. Sri Gopala dijo: “¡Oh Brahmana! ¡Ahora puedes ir a casa! Yo permaneceré aquí y no me iré hasta que regreses!”. El joven Brahmana corrió a la aldea tan raudo como pudo y gritó: “¡Gopala está aquí! ¡El Testigo Divino, Sri Gopala de Vrndavana ha llegado!¡La Deidad de Sri Gopala está aquí!”.

LOS HABITANTES DE LA ALDEA OFRECIERON SUS REVERENCIAS

Al escuchar el inconcebible mensaje del excitado Brahmana, el pueblo quedó estupefacto. Todos corrieron en pos del joven para ver al testigo Gopala. Al contemplar la cegadora refulgencia de Sri Gopala, los habitantes de la aldea ofrecieron sus reverencias postrándose cuan largos eran frente a la Deidad. El anciano Brahmana quedó como hipnotizado al ver a Sri Gopala delante de él, y su felicidad no tuvo límites. De inmediato se postró ante Sri Gopala, con ojos llenos de lágrimas.

LA DEIDAD DIO TESTIMONIO DE LA PALABRA DE HONOR DEL ANCIANO BRAHMANA

Así, delante de todo el pueblo, la Deidad de Sri Gopala dio testimonio de la palabra de honor que el anciano Brahmana empeñara frente a Él en Vrndavana. Sri Gopala dijo: “¡Me siento muy complacido con ambos por su veracidad y devoción! ¡Ahora que estoy aquí, pueden pedirme lo que deseen!” Los Brahmanas imploraron: “Por favor permanece aquí para que la gente de todo el mundo sepa cuán profundamente compasivo eres con Tus sirvientes”. Posteriormente, el rey de aquel entonces construyó un bello templo en Vidyanagara para Sri Gopala, la Deidad Testigo. Así, la gente de ese lugar comenzó a adorarle con gran amor y dedicación.

EL REY IMPLORÓ A SRI GOPALA QUE FUESE A SU REINO

Después de algún tiempo, un gran devoto del Señor Jagannatha llamado Purusottama, el rey de Orissa, conquistó y obtuvo el trono enjoyado de Vidyanagara, el cual presentó como obsequio al Señor Jagannatha. Luego, el rey imploró a Sri Gopala que fuese a su reino.
Cautivado por sus sentimientos devocionales, Sri Gopala, el Testigo Divino, escuchó sus oraciones. Así, el rey llevó al Testigo Saksi Gopala al estado de Kataka e instaló a la Deidad en el pueblo del mismo nombre. Allí, en Kataka, el rey estableció el más excelente servicio regulado y la más maravillosa adoración.

UN DÍA, LA REINA VISITÓ AL TESTIGO SRI GOPALA

Un día, la Reina de Purusottama visitó al Testigo Sri Gopala, e impulsada por un profundo sentimiento devocional, quiso ofrecer a Sri Gopala su más valioso aro de nariz. La Reina se preguntaba: “Si la Deidad de Gopala no tiene la nariz perforada, ¿cómo podré ofrecerle mi precioso aro de nariz?” Reflexionando de este modo, la reina regresó a su palacio. Esa misma noche, Sri Gopala se le apareció en sueños y le contó: “Cuándo Yo era pequeño, Mi madre Yasoda perforó Mi nariz, y con mucha dificultad la adornó con una bellísima perla. Todavía tengo la perforación que Me hiciera Mi madre, así que puedes colocar allí la perla que querías regalarme”.

LA REINA LE RELATÓ SU SUEÑO AL REY PURUSOTTAMA

La Reina le relató su sueño al Rey Purusottama. Juntos fueron a visitar a Sri Gopala y para su gran sorpresa vieron la perforación en Su nariz. Luego, con gran devoción, el Rey Purusottama colocó la valiosa perla en la nariz de Sri Gopala y celebró un suntuoso festival en Su honor. Desde entonces, Sri Gopala, el Testigo Divino, permanece en la ciudad de Kataka, donde se hizo célebre como Saksi Gopala.

LOS OJOS DEL GRAN MAESTRO SE LLENARON DE LÁGRIMAS

Cuando el Gran Maestro Sri Caitanya, sentado frente a Sri Gopala, escuchó este bienaventurado pasatiempo, Sus ojos se llenaron de lágrimas. Él sonrió graciosamente a los devotos, bendiciéndoles con Sus compasivas miradas. En ese instante, los devotos percibieron que Sri Gopala y Sri Caitanya eran la misma persona. Ambos tenían el mismo cuerpo gigantesco y el mismo matiz. Ambos refulgían espléndidamente y Sus ojos eran como lotos eternamente florecientes. Sus semblantes parecían la luna llena de la estación del otoño. Al ver la belleza sin paralelo del Gran Maestro Sri Caitanya, y del Testigo Divino Sri Gopala, Nityananda Prabhu comenzó a hacer chistes muy graciosos y todos los devotos se sumergieron en un océano de bienaventurado éxtasis.
Ellos pasaron toda la noche conversando acerca de este fascinante pasatiempo de Sri Gopala, y la mañana siguiente, después de presenciar la ceremonia matinal ofrecida a Sri Gopala, el Gran Maestro Sri Caitanya y Sus devotos continuaron la travesía hacia Puri.